jueves, 26 de abril de 2018

Contra las mentiras del feminismo antifamilia


La escritora Birgit Kelle denuncia la alianza de las ideologías comunistas y capitalistas para debilitar las familias, la maternidad y la feminidad

Birgit Kelle, nacida en 1975 y de origen rumano-germano, se ha ganado sin buscarlo el desquite mediático europeo, desde la publicación de su libro, titulado en su edición italiana “Allora chiuditi la camicetta. Un grido contro la follia dell’uguaglianza” («Entonces abróchate la blusa. Un grito contra la locura de la igualdad»).
Birgit Kelle trabaja desde hace años como publicista en periódicos y revistas como Welt, Focus y Junge Freiheit, pero su presencia en debates públicos sobre temas relacionados con el papel de la mujer, la familia y la educación literalmente se ha duplicado.
«No necesitamos un feminismo que represente sólo los intereses de algunas mujeres que quieren constantemente que me libere contra mi voluntad», ha dicho Kelle acerca de Femen.

-"Abróchate la blusa"... Señora Kelle, ¿qué queria decir elegiendo el título de su último libro?
-En Alemania hubo en los medios de comunicación un debate muy duro sobre qué es sexismo y qué no lo es. Según las feministas, este concepto puede ser definido sólo por las mujeres, los hombres no tienen ya nada que decir acerca de esto. Basta que un hombre equivocado mire de manera equivocada, diga una palabra equivocada en el momento equivocado e inmediatamente es llamado sexista.
»Contemporáneamente vivimos en una sociedad “hipersexualizada”, en la cual son precisamente las mujeres las que se presentan voluntariamente en actitudes sexys y disponibles. Actitudes que se consideran chic, esperando incluso que las mujeres sean así.
»Pensé en el título de mi libro cuando leí que la actriz estadounidense Megan Fox, definida normalmente como sexy, en una entrevista declaró que quería abandonar este estereotipo y que quería ser considerada una actriz. Pero algunas semanas después vi, sin embargo, una foto suya en la portada de una revista glamour estadounidense vestida sólo con ropa interior y me dije a mí misma: “Entonces, ponte la blusa si quieres que te miren a los ojos”.
»Lo que quiero decir con esto, es que es la misma mujer la que debe reflexionar y darse cuenta si resalta la propia inteligencia o la propia apariencia. Si una mujer se presenta semidesnuda no debe asombrarse si la atención del otro se concentra sólo en sus cualidades físicas.

-¿Por qué se enfada a propósito del debate sobre el modelo de mujer ama de casa?
-Me enfado porque como amas de casa debemos justificarnos continuamente y explicar por qué elegimos esta vida. Nos definen como no emancipadas, como “gallinas en la cocina”. Y sin embargo criamos a nuestros hijos los cuales, con sus trabajos, pagarán las pensiones de otros, mientras nosotras no recibimos ninguna pensión. Así no se puede continuar.
»Para la mujer deben existir distintas oportunidades que sean buenas y justas. Pero el sistema económico, la política, los medios de comunicación y sobre todo las feministas nos explican continuamente cómo debemos cambiar nuestra vida. Todos quieren liberarnos, pero yo no quiero ser liberada. A mí me gusta mi vida. Y nadie hace política para un modelo de vida como nosotras queremos.

-¿Cuál es la relación entre la política actual [se comprende que del anterior gobierno de Merkel, ndr] para los jardines de infancia y la libertad de las mujeres, es decir, de las madres?
-La política para los jardines de infancia ha sido vendida como apoyo a la “libertad de elección”, como libertad para la mujer para poder ejercer una profesión, como libertad de poder aparcar a nuestros hijos. En realidad se trata de una política decididamente unilateral que no tiene en cuenta la libertad de poder educar y acompañar el crecimiento de los propios hijos.
»Por tanto, se trata de una gran mentira, porque en realidad a menudo las mujeres no tienen una posibilidad real de elección: de hecho, una familia que no puede vivir con un solo sueldo y recibe un subsidio para el jardín de infancia y no un apoyo económico genérico no tiene, efectivamente, ninguna libertad de elección.

-A propósito del tema de la mujer en carrera o la mujer ama de casa, parece que existe una coalición entre la ideología socialista y la capitalista: ¿Cuál es su opinión al respecto?
-También yo encuentro sorprendente cómo se pueden realizar extrañas alianzas y cómo la historia se repite. Es útil preguntarse: ¿por qué elegir una política familiar que impulse a las mujeres a tener el menor tiempo posible para vivir con sus hijos y estén lo antes posible a disposición del mercado de trabajo?
»Esto lleva a la explotación: explotación de las familias, de las mujeres y, sobre todo, de los niños. En cambio, el sistema económico consigue un beneficio. Por tanto, vuelven a tener un elevado contenido político las preguntas sobre quién debe educar a los hijos y según qué criterios. Y precisamente respecto a este tema tenemos que darnos cuenta cómo la historia se repite.
»Es un signo distintivo de los regímenes totalitarios apoderarse de los niños y sustraerlos lo antes posible de la esfera de influencia de sus padres. Lo hemos aprendido en las dictaduras comunistas o en cualquier otro tipo de regímenes.
»Aconsejo siempre que se lea “El ABC del comunismo” de Bujarin y Preobrazenskiy; aunque en esta obra se hace referencia al 1920, los paralelos con la realidad de hoy son evidentes y terribles.
»Una cita: «A la sociedad le pertenece el más originario y fundamental derecho a la educación de los niños. A partir de este punto de vista las pretensiones de los padres de endosar, mediante la educación impartida en casa, su obcecación, no sólo deben ser rechazadas, sino que tienen que ser objeto de escarnio… Por este motivo la educación social no es necesaria sólo por consideraciones pedagógicas; ella lleva en sí, de hecho, enormes ventajas económicas. Centenares, millares, millones de madres, gracias a la actuación de la educación social, son liberadas para la producción y para el desarrollo de su modelo cultural. Son liberadas de esa economía doméstica que mata el espíritu y de ese infinito número de pequeños deberes que están vinculados a la educación familiar de los niños».

-Usted ha nacido en Rumanía y ha conocido el realismo socialista. ¿Cuáles son las diferencias sustanciales entre ese régimen y el democrático de su actual país, Alemania? ¿Y qué considera que hay en común?
-La diferencia sustancial la da la libertad de opinión. En nuestros países democráticos tenemos la posibilidad de decir lo que pensamos. Podemos comprometernos políticamente y podemos criticar al gobierno sin que nuestra vida corra ningún riesgo. En Italia habéis llevado ante la justicia al ex jefe de gobierno Berlusconi y esto en un país comunista es impensable. Por tanto, esta libertad hay también que defenderla.
»Posiblemente en las naciones democráticas las personas corren el riesgo de sentirse saciadas de libertad. Poseen derechos que ni siguiera utilizan. No se comprometen políticamente y renuncian incluso a ir a votar. A menudo se reconoce el valor de la libertad sólo cuando se ha perdido.

-Usted ha escrito: «Queremos más asentamientos galos». ¿Qué quiere decir?
-Lo he dicho a propósito de las familias. En Alemania se justifica la cada vez más difundida educación en edad infantil en grupos y comunidades citando siempre un proverbio africano según el cual se necesita toda una aldea para educar a un niño. Nos quieren convencer de que para dirigir a un hijo por la recta vía de la vida no bastan sus padres, sino que se necesita a toda la sociedad. Tomado esto desde un determinado punto de vista puede ser justo, porque un niño necesita muchos ejemplos. En Alemania, sin embargo, nos comportamos como si se pudiera prescindir de los padres, hasta decir y creer, así al menos lo sostienen algunos políticos, que el Estado es mejor que los padres para educar a los niños.
»Pues bien, con esa broma quería decir que no necesitamos aldeas africanas, sino más bien asentamientos galos, como se dice en el famoso cómic de Astérix. Cada familia debería ser un núcleo, un nido de resistencia para defendernos del ataque del Estado a nuestros hijos. Como familias debemos defender la libertad de poder educar a nuestros hijos hasta el punto que consideremos justo.

-Usted es cristiana. ¿Cuánto de su posición respecto a la familia y a la educación depende de esta pertenencia?
-Estas convicciones las tenía antes de convertirme al catolicismo. Me he convertido en 2012, pero muchos años antes escribo contra una política de la familia que no comparto. En mi actual fe me siento confirmada como mujer y como madre. La Iglesia es la última institución que me acoge así, tal como soy, que no intenta constantemente cambiar mi ser mujer y no me obliga a aventurarme por recorridos vitales que no quiero recorrer.
»Soy mujer y me gusta ser mujer, con una tipicidad sólo mía. De este modo soy también madre y poder educar a mis hijos es para mí una gran satisfacción. La Iglesia católica me dice: estás en el buen camino. Y esto me hace más fuerte.

Vito Punzi, Tempi/ (ReL., traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares) / Birgit Kelle: www.birgit-kelle.de

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Estrategias de Manipulación de Masas


Estudiadas por Noam Chomsky quien es considerado por el New York Times como uno de los pensadores estadounidenses de mayor importancia en la actualidad, se utilizan, por ejemplo, para imponer políticamente en la sociedad, cuestiones como el aborto, la eutanasia, el homosexualismo, el transgenerismo, el sexo desordenado, la ideología de género, el feminismo radical, etc.

1. Distracción
La estrategia consiste en atiborrarnos de información manipulada, para evitar que prestemos atención a lo importante
2. Gradualidad
La estrategia consiste en introducir poco a poco las medidas impopulares.
3. Diferir
La estrategia consiste en hacer parecer como un beneficio a largo plazo una medida impopular.
4. Infantilizar al público
La estrategia consiste en neutralizar el pensamiento crítico de los ciudadanos produciendo material ingenuo, conciliatorio y aparentemente inofensivo.
5 . Acudir a las emociones
Es una estrategia que busca también neutralizar el uso de la razón por parte del ciudadano y que se guíe solo por el sentimiento.
6. Crear públicos ignorantes
La estrategia consiste en no proveer con las herramientas necesarias para que las personas analicen la realidad por si mismas; es decir, contar las historias pero ocultando la estructura de los hechos. Desestimular, por ejemplo, los hábitos de estudio y lectura en los niños y jóvenes (respecto a esto último, por ejemplo, dificultad para adquirir buenos libros, desinterés por las bibliotecas públicas y por las grandes obras literarias de la humanidad).
7. Promover públicos complacientes
La estrategia consiste en producir “tendencias” para convencer a las personas de estar acorde con el mundo actual.
Así es como hemos visto cristianos que no encuentran pecado en la desobediencia a las enseñanzas de Cristo, lo que se manifiesta, por ejemplo, en no hallar pecado en las relaciones homosexuales, en el aborto, en las propuestas de la Ideología de Género formuladas en la los programas de educación sexual; tampoco encuentran que ofende a Dios lo impúdico de las marchas del orgullo gay, las letras de ciertas canciones populares, ni consideran vandalismo los graffitis blasfemos y ofensivos realizados en las paredes de los templos sagrados, ni encuentran que es una amenaza al orden público y al bien común, las agresivas manifestaciones públicas del feminismo radical.
8. Refuerzo de la culpa
La estrategia consiste en provocar culpa en la personas por lo que piensa y por la existencia de determinados problemas. 
Por ejemplo, si existen femicidios, violaciones, niñas embarazadas, violencia hacia las mujeres y hacia las personas homosexuales,  es supuestamente por culpa de  los principios cristianos ya, según, promueven el “patriarcado”, el machismo, el “sexismo”, la discriminación, la no-educación sexual, etc.
Muchos católicos se han dejado convencer de ser culpables cuando la culpa la tiene únicamente cualquier gobierno que no ofrezca soluciones realistas y eficaces a dichos problemas.
9. Conocimiento minucioso del ser humano
Quienes financian partidos políticos y son propietarios de medios de comunicación tienen acceso a muchísimo conocimiento actualizado sobre la conducta humana y no escatiman recursos para moldear la opinión pública con el fin de promover una sociedad según su conveniencia.
                                                                          - o -
Conclusión final: Depende de nuestra acción, ayudados por la gracia, ofrecer toda la resistencia posible, y tratar de promover el Reino de Dios aquí y ahora.
Recordemos que, si bien las mencionadas, son estrategias humanas, están sirviendo para el establecimiento de una “estructura de pecado”, cuyo más profundo deseo es la muerte de Dios.
Los obispos, presbíteros y los laicos, deben actuar urgente y eficazmente para rescatar la cultura cristiana, la Cultura de la Vida.

InfoC. 2018

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Sobre las cesáreas


Las madres que acceden a esta práctica de manera voluntaria no deben olvidar que se trata de una intervención quirúrgica y que, por tanto, puede suponer riesgos tanto para ellas como para los bebés

Lejos de los mitos que puedan existir, los expertos han hablado: la cesárea no es más segura que un parto vaginal, sino todo lo contrario.

Isabel Durand, vicepresidenta de la Asociación de Matronas de Madrid y Maribel Martín, también especialista en el tema, afirman que, en circunstancias normales, lo más seguro es un parto vaginal, «al ser el que menos riesgos tiene para la madre y para el bebé». Según afirma Martín, para el niño tampoco es buena la cesárea. «Un parto natural hace que el bebé pase por el canal correcto para su primera respiración, similar a lo que va a ser su vida a partir de ese momento».
No se debe olvidar que una cesárea es una intervención quirúrgica y, por ello, trae consigo riesgos, por ejemplo, infecciones que pueda tener la madre y una recuperación más lenta debido a la cicatriz. «No soy partidaria de que una mujer programe dar a luz mediante cesárea, a menos que exista un problema realmente serio y un buen obstetra lo recomiende», subraya Durand.

Número máximo de cesáreas por mujer
A los riesgos y complicaciones que surjan en el parto, antecede una idea: ¿cuántas cesáreas puede tener una mujer en su vida? «No hay datos exactos que se centren en un número, he conocido pacientes que han tenido cuatro cesáreas», apunta Durand.
«Lo que sí es cierto es que cuantas más cesáreas se haga una madre, más riesgos tendrá». Estos peligros a los que Martín hace referencia son las roturas de útero. «Son las mujeres las que eligen asumirlo», continúa Elena Gil, responsable de prensa de la Asociación «El parto es nuestro».
¿Cuál sería la solución si el primer embarazo ya fue por cesárea? «Aunque mucha gente pueda desconocerlo, se puede tener un parto vaginal después de haber tenido una cesárea», insiste Gil. «De hecho, si el alumbramiento es natural, el riesgo de rotura de útero es mínimo (menos del 1%)».
«Los médicos marcarán cómo va a ser el parto, pero siempre favorecerá, cuando sea posible, el vaginal. Aun así, será la madre la que tenga la última palabra», comenta Durand. «Con la cicatriz que se hace ahora, conocida como "línea del bikini", es más factible tener un parto vaginal después de una cesárea», añade Martín.
Maribel Martín lo tiene claro: «hay que romper el mito de que la cesárea es mejor, porque tiene los riesgos de una intervención quirúrgica».

Alejandra González, ABC 2018

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martes, 24 de abril de 2018

Esclavos invisibles


Hoy, son millones los niños que trabajan, sin salario, y expuestos de una forma exponencial a la violencia, la explotación y los malos tratos.

Cada 16 de abril, desde hace veintitrés años, se celebra el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil. De este modo, y con el objetivo de sacudir nuestras conciencias para movilizarnos a efectuar algún tipo de acción que contribuya a la eliminación de esta terrible lacra social, honramos la memoria del pequeño paquistaní Iqbal Masih, asesinado en esa misma fecha de 1995, cuando sólo tenía doce años. Iqbal había sido vendido por su padre a los cuatro años de edad, para saldar una deuda que había contraído con un fabricante de alfombras, tras haberle pedido un préstamo para celebrar la boda de su hijo mayor. Por ello, el pequeño debía trabajar interminables jornadas de doce horas, trenzando alfombras con sus pequeñas manos, por una rupia al día. Parece que su vida cambió al cumplir diez años, cuando pudo conseguir la libertad a través de una campaña del Frente de Liberación del Trabajo Forzado, convirtiéndose en un activo luchador contra la esclavitud infantil. Sin embargo, poco tiempo después, con doce años, murió asesinado.

El caso del pequeño Iqbal no es desgraciadamente un hecho aislado. En la actualidad se calcula que unos 400 millones de menores en todo el mundo son esclavos. UNICEF (institución contradictoria donde las haya, pues también apoya el aborto y la ideología de género), advierte que la explotación, la violencia y el abuso provienen frecuentemente de personas cercanas al niño, incluyendo a sus propios padres, familiares, cuidadores, maestros, autoridades e incluso, otros niños.

Además, se estima que 246 millones de niños y niñas en el mundo son víctimas del trabajo infantil y, de ellos,  cerca del 70 por ciento (unos 171 millones) trabajan en condiciones peligrosas, en sectores como la minería o la agricultura, sometidos sin ningún tipo de control al contacto con productos químicos y pesticidas o al manejo de maquinaria peligrosa.

Hoy, son millones las niñas que trabajan como asistentas y sirvientas domésticas, sin salario y expuestas de una forma exponencial a la violencia, la explotación y los malos tratos. Circunstancias gravísimas que convierten en víctimas a millones de niños y niñas. Algunos informes internacionales hablan de cifras terribles como, 1,2 millones de víctimas de trata; 5,7 millones de víctimas de la servidumbre por deuda u otras formas de esclavitud; 1,8 millones de víctimas de la prostitución o la pornografía; o 300.000 pequeños reclutados como niños soldados en los conflictos armados.

Si el caso de la explotación en el trabajo es una auténtica tragedia, imagínense el caso de los niños soldados, que cada día juegan con fuego real, asesinando y siendo asesinados, utilizados como escudos humanos,  o como detectores de explosivos en campos de minas.

La esclavitud sexual es otra guerra menos sangrienta pero igual de dramática ya que supone la tortura física y psicológica, prolongada cruelmente en el tiempo, de niños y niñas que deberían estar ocupados en aprender y en jugar y, sin embargo, se convierten en auténticos muñecos rotos, a manos de seres sin escrúpulos que no se merecen el calificativo de humanos.

Estos niños y niñas, se hallan en todas partes pero parece que nadie les ve. Son esclavos invisibles. No solo porque trabajan ocultos entre las sombras de las minas, los talleres o las plantaciones, sino porque los demás parecemos no querer verlos.  Se trata de una realidad terrible pero poco visibilizada, porque tal vez, resulta menos doloroso o más cómodo mirar hacia otro lado.  Sin embargo, sabemos que eso no es lo justo, más bien todo lo contario, es indispensable que desde los distintos países nos pongamos a trabajar sin descanso para combatir una lacra impropia de seres humanos.

Debemos unir sinergias y acometer campañas de sensibilización, para desde los distintos ámbitos de competencia, poder regular el trabajo en los ámbitos donde se desarrolla la esclavitud, concienciando y cooperando con las propias familias, modificando sus patrones sociales y culturales de aceptación y tolerancia hacia la explotación y la violencia, impulsando el desarrollo de canales para la identificación, atención y prevención y, de forma absolutamente imprescindible, facilitado el acceso de los niños a la educación. La educación de los niños, de las familias y de las sociedades es la piedra angular para propiciar el camino hacia la erradicación de la explotación infantil.

Está en nuestras manos y sobre nuestras conciencias, la liberación del sufrimiento de niños que deben ser niños. No esclavos, ni soldados, ni objetos… Hagamos, entre todos, visible lo invisible y miremos de frente la violencia. Es el único camino para terminar con ella.

Borja Gutiérrez / Gta. 2018

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Las 10 cosas que tus hijos no aprenderán en la universidad


Valores fundamentales para ir a la universidad

La universidad es uno de los grandes periodos de cambio. La persona se abre al mundo para más tarde lanzarse a por él. Sin embargo, a veces, esta preparación para la vida se puede torcer entre alcohol, drogas y fiestas desenfrenadas. Pasarlo bien no es nada malo, pero sí lo es excederse y pasar de estudiar.
La universidad enseña muchas cosas, pero hay otras que hay que llevar aprendidas de casa. Estas son las 10 cosas importantes que tu hijo no aprenderá en la universidad.

1. Moral y sentido común
Es imperativo para el futuro que los hijos comprendan, por lo menos de forma básica, lo que está bien y lo que está mal. Lo mejor es enseñar esto con el ejemplo. Los hijos necesitan saber que sin honestidad e integridad no tienen nada.

2. Perseverancia y aguante
Una de las cosas más difíciles de enseñar a una persona joven es que el fracaso no es malo. Su limitada experiencia les impide comprender que el éxito puede estar a la vuelta de la esquina, en el siguiente intento. Siempre habrá problemas, y la perseverancia consiste en no arrugarse ante ellos. Hay que enseñar que siempre habrá una luz al final del túnel.

3. La confianza en uno mismo
Todo el mundo tiene inseguridades. Si permitimos que los complejos dominen nuestra vida, perderemos grandes oportunidades. La confianza crece cuando entendemos nuestras limitaciones, y también sabiendo cuales son nuestras capacidades. Incluso las debilidades se pueden convertir en un punto fuerte cuando se las conoce bien. Hay que asegurase de que el hijo desarrolle su autoestima.

4. Gestionar el dinero
La forma más sencilla de enseñar esto es obligarle a entender el valor del dinero. Es bueno que tengan un presupuesto determinado, y obligarles a vivir conforme a él. Si no aprecian el dinero y lo que cuesta ganarlo, acabarán endeudándose rápidamente. Ayuda que hagan tareas de la casa por dinero, por ejemplo.

5. Hacer amistades y mantenerlas
Lo más importante en este sentido es que sean ellos mismos, y que esperen lo mismo de sus amigos. Si uno de los amigos no es aceptado por cómo es (y al decir esto, por supuesto, hablamos con una forma de ser que no vaya en contra de la Ley Natural, ni de las de Dios; de ser así, nuestra intención debe ser siempre ayudarle a su “conversión” si es que se deja, sino, al menos rezar por él*), entonces la amistad no es verdadera. Los amigos son muy diversos, hay que tener una mente abierta para recibirlos y un corazón amable para mantenerlos (*).

6. Autodisciplina
¿Podrá tu hijo decir no, aunque esté bajo presión? Con el tiempo, cada persona se responsabiliza de sus propios actos, éxitos y fracasos. La autodisciplina determina también el futuro de los hijos. Aunque depende mucho del ejemplo que den los padres.

7. Fe y valentía
La mayoría de las veces, la salida más fácil es la incorrecta. El buen camino suele ser largo, solitario y oscuro. La valentía y la fe ayudan a seguir por ese camino pese al miedo o las dificultades. Enseñarle a un joven el valor de la fe es cada vez más complicado, pero si se consigue, la huella queda para siempre.

8. Generosidad y lealtad
Si quieres que tu hijo se preocupe solo por sí mismo, no hay más que dejarle solo y ver como la cultura moderna le influye. Sin embargo, si se quiere subir el listón, se le debe enseñar lo contrario, siempre que se presente la oportunidad. La generosidad es la habilidad para sacrificarse en favor de la felicidad o el beneficio de otro, y la lealtad es la piedra angular de toda relación.

9. Personalidad propia
Si en la historia no hubiera habido personas únicas, con personalidad propia, la humanidad no hubiera salido de las cavernas. Todo el mundo tiene dones especiales que el resto de personas necesitan. Descubrir esos talentos y desarrollarlos es esencial, no solo en lo personal, sino también en lo social.

10. Encontrar y mantener a un esposo o esposa
El respeto es fundamental en esto. Si no hay un respeto mutuo entre marido y mujer, el matrimonio fracasará. Hay que enseñar a los hij@s a escoger un compañer@ de vida adecuado, al que no solo amen, sino respeten. Alguien con el que compartan valores y tiempo. Con unos cimientos sólidos basados en el respeto, serán capaces de capear cualquier tormenta que ocurra durante sus vidas.

AllProDad / ReL. 2018

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El utilitarismo como la única justificación posible de la homosexualidad y del llamado "matrimonio homosexual"



He podido percibir que el tipo de defensa que se hace del llamado matrimonio homosexual está conectado con el uso de estadísticas “científicas” relativas a los supuestos efectos futuros de vivir en castidad si se tiene una inclinación homosexual; o para los niños criados por parejas homosexuales. Si uno reflexiona detenidamente sobre este modo de razonar, puede percibir que se está elaborando un discurso ético utilitarista. El punto crucial sería determinar las consecuencias de un curso de acción u otro, consecuencias medidas con el cálculo utilitario.

Esta línea argumental tiene tres problemas básicos. El primero es que el utilitarismo es una doctrina ética insostenible. Aún sus entusiastas defensores se dan cuenta de que ése es el caso, y a regañadientes intentan buscar un complemento o un sustituto.

Un ejemplo magnífico de este estado mental nos lo dio H. L. A. Hart en su conferencia, “Entre utilidad y derechos”, que fue publicada por la Universidad de Externado de Colombia. Dice allí Hart, entre otras cosas, que “en la perspectiva del utilitarismo los individuos separados no son intrínsecamente importantes, sino que son únicamente importantes como puntos en los que se localizan fragmentos de lo que es importante. Esto es el agregado total de placer o felicidad”. Además, “el utilitarismo no es como se ha dicho, una doctrina individualista e igualitaria, aunque en cierto sentido trate a las personas con igual valor. Aunque en efecto, trata a las personas como si no tuvieran valor, ya que para el utilitarista no son las personas, sino las experiencias de placer, satisfacción o felicidad los únicos factores de importancia o de valor. Desde luego es cierto y de mucha importancia que de acuerdo con la máxima utilitarista todos deban contar como uno, nadie por más de uno, siempre que en la aplicación del cálculo de la mayor felicidad se otorgue igual peso a los mismos placeres y aflicciones, satisfacciones o preferencias de diferentes individuos, pero como quiera que el utilitarismo no tiene una preocupación directa o intrínseca por los niveles relativos de bienestar total disfrutados por diferentes personas, sino apenas una preocupación instrumental, su forma para dar igual consideración y respeto a las personas englobadas en la máxima, todos deben contar por uno, nadie por más de uno solo, puede dar licencia a las más crasas formas de desigualdad en el trato de los individuos si ello fuera requerido con el objeto de maximizar el bienestar agregado”.

Y, por si fuera poco lo ya dicho, añade: “la crítica moderna al utilitarismo afirma que, según los criterios utilitaristas, no hay nada evidentemente valioso o imperativo en sí mismo, pues el mero incremento de los totales de placer y felicidad es el objetivo moral, abstraído de toda cuestión de distribución. La suma colectiva de los placeres de diferentes personas o el balance neto del total de felicidad de diferentes personas, suponiendo que tenga sentido hablar de una adición de éstas, no es en sí mismo un placer o una felicidad que alguien experimente. La sociedad no es un individuo que experimente los placeres colectivos agregados o aflicciones de sus miembros, ninguna persona experimenta tal agregado”.

En la última crítica hay un aspecto sobre el que Hart no se detiene, pero que posee capital importancia: en el utilitarismo nada se considera intrínsecamente valioso ni imperativo. Si aplicáramos la “ética” utilitarista se podría argumentar sobre lo provechoso que sería matar a todos los niños minusválidos, y se podría hacer sobre bases “científicas”. Pongo “ética” entre comillas porque el cálculo utilitario, en realidad, pretende ser una técnica: no es un razonamiento prudencial, en realidad.

El segundo problema está íntimamente conectado con el anterior, pero no es igual. La prédica que justifica la homosexualidad y el “matrimonio” homosexual se olvida de que el orden racional de la pasión sexual está indisolublemente ligado al orden a su fin natural.

Pero esto significa que la relación amorosa homosexual no puede ser una relación ordenada. En esto se asemeja a la relación adulterina o a la relación conyugal anti-natural. En esa relación se trata a la otra persona como un objeto de placer. Hay un vicio radical que no puede sanarse ni con tres millones de auto-engaños basados en el cálculo utilitario.

El tercer problema tiene que ver con que, en realidad, las “ciencias” que se usan para justificar las relaciones homosexuales, etc., son las llamadas “ciencias sociales”. En realidad, ellas no son “ciencias”, como he mostrado en otros escritos.

 No lo son si se entiende la ciencia como un conocimiento cierto por las causas ni si se entiende como una parte de la ciencia el formular hipótesis que salven los fenómenos y que puedan ser falsadas con experimentos que puedan repetirse en cualquier lugar. Toda afirmación de las “ciencias sociales” es una afirmación histórica o sofística. Pero si es histórica, hereda todos los problemas epistemológicos de la historiografía. Esto quiere decir que, por ejemplo, necesita criterios de relevancia para seleccionar sus datos, pues de otro modo los datos serían infinitos. Y necesita también criterios de credibilidad o de plausibilidad, etc. Ahora bien, en la historiografía, esos criterios pueden ser fruto de una investigación o de una opción sofística o ideológica. Si son fruto de una investigación, presuponen una vez elegidos una filosofía política y teológica. Pero, entonces, en el mejor de los casos, las estadísticas que justifican las uniones homosexuales serían una confirmación utilitarista de una filosofía utilitarista de base. Como, en realidad, la filosofía utilitarista es una ideología, esas estadísticas son expresión de una ideología.

¿Por qué digo que la filosofía utilitarista es una ideología? Una breve reflexión muestra esto bien: en el utilitarismo se presupone que cada hombre busca su propio placer. Pero, como esto no puede dar lugar a un orden de ningún tipo, el “sabio” utilitarista tiene que diseñar ese orden, aplicando el principio de utilidad (el mayor placer para el mayor número). Y, de este modo, el sabio utilitarista se presenta a sí mismo como un dios que trae el orden al material neutro que son los seres humanos, como el señor Ford en Brave New World.

En realidad, entre las tres más grandes teorías éticas, la kantiana, la utilitarista y la platónico-aristotélica, no tengo dudas de que la que mejor resuelve los problemas es la de origen griego. Pero en la ética kantiana también se rechaza la homosexualidad. No hay justificación ética posible, entonces, aparte de la utilitarista, para esta conducta. Pero hemos visto que el utilitarismo es una ideología. Es indudable, entonces, que todo el movimiento que intenta imponernos la homosexualidad como algo bueno es ideológico.

Dr. Carlos Augusto Casanova (abogado, doctor en Filosofía, académico )/ 2018

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lunes, 23 de abril de 2018

Portugal permitirá el «cambio de género» de las personas sin necesidad de intervención médica o estatal


El “Primer Mundo” ha perdido el rumbo, y asumido una ideología absurda, la de “género”, desafiando principios científicos objetivos, como los que han señalado, por ejemplo, el Colegio Americano de Pediatras (CAP), encabezado por su presidenta, Michelle A. Cretella, su vicepresidente, Quentin Van Meter y con el apoyo de Paul McHugh, ex jefe de Psiquiatría del Hospital Clínico John Hopkins de NY, el CAP ha realizado un estudio serio, en el que se abordan los peligros de la transexualidad y de la ideología de género, haciendo especial hincapié en la falsa “transexualidad” infantil
Las personas «transgénero» en Portugal no necesitarán ser diagnosticados con una enfermedad mental para poder cambiar de género de forma legal, después de que el Parlamento aprobara este viernes una ley que además prohíbe la cirugía innecesaria en bebés “intersexuales”.
Varios países europeos requieren que las personas transgénero se sometan a procedimientos médicos como cirugía y esterilización, se les diagnostique un trastorno mental y se divorcien si se casan para que el gobierno reconozca legalmente su género deseado.
La ley convierte a Portugal en el sexto país europeo que permite un cambio de género sin intervención médica o estatal, según ILGA (organización internacional LGTB que apoya, entre otras cosas, a NAMBLA otro grupo que busca “normalizar” el sexo de adultos con niños), Malta, Noruega, Dinamarca, Irlanda y Bélgica son los otros cinco países.
Las personas transgénero no se identifican con el género con el que nacieron (lo que constituye un trastorno psicológico evidente), mientras que las personas intersexuales tienen genitales ambiguos que no se consideran típicamente masculinos o femeninos.
La ley también significa que Portugal se convertirá en la segunda nación del mundo, después de Malta, en prohibir la cirugía médicamente innecesaria en los genitales de bebés intersexuales, según activistas de “género”, como los miembros de la Organización Internacional Intersex (OII) y StopIGM.org. Los médicos a menudo realizan cirugías para «masculinizar» o «feminizar» los genitales de bebés intersexuales de dos años o menos, para facilitarles la vida y aliviar la angustia de los padres.
En cualquier caso, Occidente y sus políticos, parecen haber perdido la razón…!!!

Europa Press (edit.)/InfoC. 2018

Científica y biológicamente es un ser humano desde la concepción


Mientras se discute el proyecto del aborto en la Cámara de Diputados de Argentina, la Academia Nacional de Medicina (www.acamedbai.org.ar), con 35 académicos titulares del máximo nivel (vea aquí sus especialidades) ratificó lo que dice la ciencia médica del siglo XXI y su postura a favor de la vida y reclamó propuestas sanitarias que “cuiden y protejan” la vida de la mujer y del niño por nacer.

Mediante un comunicado, el organismo exigió que se respete la objeción de conciencia de los médicos, ya que “la obligación médica es salvar a los dos” y “nada bueno puede derivarse para la sociedad cuando se elige a la muerte como solución”.

La Academia explicó que “el niño por nacer, científica y biológicamente es un ser humano cuya existencia comienza al momento de la concepción”, por lo que “destruir un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser humano”.

Por lo tanto, “la salud pública argentina necesita de propuestas que cuiden y protejan a la madre y a su hijo, a la vida de la mujer y a la del niño por nacer”.

“Si el aborto clandestino es un problema sanitario corresponde a las autoridades tomar las mejores medidas preventivas y curativas sin vulnerar el derecho humano fundamental a la vida y al de los profesionales a respetar sus convicciones”, señala el comunicado.

En la misiva, la Academia recordó también que “el pensamiento médico a partir de la ética hipocrática ha defendido la vida humana como condición inalienable desde la concepción”, por lo que pidió  a los médicos “mantener la fidelidad a la que un día se comprometieron bajo juramento”.

Los artículos 14, 19 y concordantes de la Constitución Nacional argentina avalan que “el derecho a la ‘objeción de conciencia’ implica no ser obligado a realizar acciones que contrarían convicciones éticas o religiosas del individuo”.

Finalmente, desde el punto de vista jurídico, aseguraron que el niño por nacer “es un sujeto de derecho como lo reconoce la Constitución Nacional, los tratados internacionales anexos y los distintos códigos nacionales y provinciales de nuestro país”.

ReL. 2018

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