viernes, 4 de octubre de 2019

El desastre ecológico que calla la izquierda: así arde la Amazonía en la Bolivia de Evo Morales


La producción de las mafias ha subido de 3.000 a 80.000 hectáreas bajo gobierno de Morales.

A menudo se habla de la doble vara de medir de la izquierda mediática y política, muy dura en sus reproches a los políticos de la derecha pero blanda y tibia con los errores de los dirigentes “progresistas”. Quizá el mejor ejemplo de lo que está pasando lo tenemos en América Latina, donde los incendios que han afectado al Amazonas han sido merecedores de valoraciones muy diferenciadas dependiendo del gobierno implicado.
Por un lado tenemos la campaña desatada en redes sociales contra el gobierno brasileño de Jair Bolsonaro. Como ha explicado Libre Mercado, los peores registros de incendios en los bosques amazónicos del país tuvieron lugar bajo gobierno de Lula da Silva, pero entonces no se produjo ningún reproche contra el gobierno del dirigente socialista. Por otro lado, ha trascendido que el grueso del dinero dedicado, en teoría, a conservar y proteger el Amazonas ha terminado, en realidad, en sueldos y dietas de las ONGs implicadas. Un escándalo que apenas ha tenido impacto a nivel global, pero que explica el respaldo recibido por el gobierno de Bolsonaro desde amplias capas de la sociedad brasileña.
Pero, mientras periodistas y políticos hablan de Bolsonaro y de los incendios en la Amazonía brasileña, la atención dedicada a lo que está ocurriendo en la selva y los bosques de Bolivia es prácticamente marginal a nivel mundial. Todo a pesar de que el grueso de los fuegos que han llegado a Brasil llegaron precisamente desde suelo boliviano, como acreditan los datos ofrecidos por la NASA.
En el caso boliviano, las implicaciones políticas de los incendios son más que evidentes, puesto que el gobierno del socialista Evo Morales aprobó el pasado 9 de julio un decreto que permite la quema de bosques en los departamentos de Beni y Santa Cruz, foco de los incendios que terminaron extendiéndose hasta Brasil. El Ejecutivo boliviano habló de "quemas controladas" que, en la práctica, terminaron desarrollándose sin control efectivo por parte de las instituciones públicas.
La hipocresía de Evo Morales ha sido denunciada por un demoledor artículo del abogado y político Carlos Sánchez Berzain, cuyos libros y artículos contra el gobierno de Evo Morales han sido censurados de forma reiterada por el régimen bolivariano. Según denuncia quien fuera ministro de la presidencia del país, los datos oficiales hablan ya de 2,5 millones de hectáreas devastadas por el fuego.
Sánchez Berzain denuncia abiertamente una estrategia permisiva con la deforestación que estaría orientada a favorecer el narcotráfico: "bajo la falsedad de la "coca legal", se ha aumentado por ley la superficie dedicada a dicho cultivo, pasando de 12.000 a 22.000 hectáreas. Por otro lado, la producción de las mafias ha subido de 3.000 a 80.000 hectáreas bajo gobierno de Morales. Todo mientras se rompen los acuerdos de lucha contra el narcotráfico, se expulsa a las autoridades estadounidenses que colaboraban en este ámbito o se proclama en la ONU que la lucha contra el narcotráfico es un instrumento del imperialismo opresor".
Como recuerda Sánchez Berzain, el decreto del pasado mes de julio favoreció las quemas y profundizó en la línea que ya marcaba la Ley 741, que da amparo a la orden 3973 emitida desde el Ejecutivo días antes del comienzo de los fuegos. Pero la responsabilidad de Morales no terminaría ahí, ni mucho menos.
Así, Sánchez Berzain critica que el presidente boliviano "sigue sin movilizar los recursos necesarios para controlar los fuegos", "rechaza la ayuda de hidroaviones ofrecida por Chile", "se niega a derogar la Ley 741 y el Decreto 3973", "rechaza declarar la zona como desastrosa para poder actuar de forma contundente" e incluso "manipula a los movimientos cocaleros" para intimidar a quienes critican la actuación de Morales en esta materia.
A fecha de hoy, mientras Brasil acredita una reducción de los fuegos, en Bolivia sigue habiendo 50 grandes focos activos. "Las quemas ya superan los 25.000 kilómetros cuadrados, un tamaño que supera la extensión de Israel. Han ardido 40 millones de árboles y cerca de 1.200 especies de animales, muchos de ellos propios de parques o reservas naturales que han terminado calcinadas", explica Sánchez Bernain, que también es director del Instituto Interamericano para la Democracia.
Diego Sánchez de la Cruz , L.D.2019 

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Desciende a mínimos históricos el número de abortos en Estados Unidos



El número de abortos está cayendo en Estados Unidos a mínimos históricos desde que a raíz de la sentencia Roe vs. Wade se legalizara en todo el país en 1973.
 Según un informe, el aborto está disminuyendo en todo EEUU, tanto en los estados gobernados por republicanos y con una clara línea provida como en aquellos que protegen el aborto, generalmente dirigidos por políticos del Partido Demócrata. En sólo cinco estados aumentó la tasa de abortos entre 2011 y 2017.
El número de abortos está cayendo en Estados Unidos a mínimos históricos desde que a raíz de la sentencia Roe vs. Wade se legalizara en todo el país en 1973. El informe presentado por el Guttmacher Institute, un potente lobby pro-abortista, pública los datos cada tres años y en esta ocasión informa que en 2017 se produjeron en ese país 862.000 abortos, cuando en 2014 la cifra ascendía a 926.000 y superaba el millón en 2011.
Según los datos del informe, el aborto está disminuyendo en todo el país, tanto en los estados gobernados por republicanos y con una clara línea provida como en aquellos que protegen el aborto, generalmente dirigidos por políticos del Partido Demócrata. En sólo cinco estados aumentó la tasa de abortos entre 2011 y 2017.
La menor tasa de abortos desde Roe vs. Wade
Las razones para la disminución del aborto no son únicamente el avance de una mayor conciencia provida sino que existen otra serie de datos relevantes. Ahora menos mujeres se quedan embarazadas, por un lado porque hay menos en edad fértil y por otro un mayor uso de los anticonceptivos y píldoras (aunque no se aclara que la mayoría de estas son abortivas).
El informe asegura que la tasa de abortos en 2017 en Estados Unidos fue de 13,5 abortos por cada 1.000 mujeres entre los 15 y 44 años, la más baja desde la decisión de la Corte Suprema en 1973. Desde aquel momento el número de abortos aumentó constantemente hasta alcanzar en 1990 el pico máximo con 1,6 millones. Desde entonces ha ido disminuyendo siendo ahora la tasa de aborto menos de la mitad de lo que era en 1990.
Norma Leah Nelson McCorvey, quien fuera la «Roe» en el caso Roe contra Wade, murió en 2017 arrepentida de haber sido instrumento de la legalización del aborto, y dedicó los últimos años de su vida a luchar fervientemente para que se revocase el fallo que lo legalizó. Sus reclamos cayeron sistemáticamente en oídos sordos.
Las diferencias entre estados
Por otro lado, el Instituto Guttmacher se lamenta de que entre 2011 y 2017 se hayan promulgado casi 400 leyes estatales que dificultan, restringen o prohíben el aborto. En estos mismos años disminuyó el número de abortorios, aunque aquí sí se ven grandes diferencias entre estados. En Texas desaparecieron 25 y en otros estados más provida del Medio Oeste otras 33. Sin embargo, en estados como Nueva York o Nueva Jersey se crearon 59.
Durante ese periodo, la tasa de aborto se redujo en Ohio en un 27% y en Texas en un 30%, mientras que las más bajas del país se dieron en Wyoming, Dakota del Sur, Kentucky, Idaho y Missouri. Por su parte, las tasas más altas se produjeron en los estados de Nueva Jersey, Nueva York, Maryland y Florida, así como en el distrito de Columbia.
Este informe no tiene en cuenta las recientes leyes que durante los últimos meses se han ido aprobando en estados ya sea para restringir más el aborto, como las llamadas leyes del latido, u otras que quieren permitir abortar hasta el nacimiento del bebé.
Juan Robles, Actuall, 2019

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jueves, 3 de octubre de 2019

Alemania da vía libre a las pruebas genéticas que permiten detectar la discapacidad de los no nacidos



El comité médico federal de Alemania ha aprobado que se lleven a cabo pruebas prenatales de genética molecular no invasivas. Aunque se presenta como una herramienta de apoyo a la mujer embarazada, la misma ha sido usada en varios países para poner fin al nacimiento de niños con Síndrome de Down.

Diputados provida del parlamento alemán han advertido de las consecuencias de la medida. Alessander Krauss (CDU), declaró que se daña «seriamente el derecho a la vida de las personas con discapacidad... una vez que se descubre en el útero que el niño viene con discapacidad, es sentenciado a muerte»
En algunos países europeos, dichas pruebas se ofrecen a todas las mujeres embarazadas. En Dinamarca e Islandia, por ejemplo, ha provocado un aumento en el número de abortos, y el número de nacimientos de niños con síndrome de Down es prácticamente cero.
Todo ello a pesar de que se sabe que hay un margen de error muy alto, del 18%, a la hora de detectar ese tipo de discapacidad en concreto.
Algo parecido ocurre con otra clase de discapacidades, lo cual provocará que muchos fetos sanos sean abortados ante la mera posibilidad de que sufran discapacidad.
Krauss denuncia la situación y dice que en lugar de presionar a las mujeres, «el gobierno debería pensar en la ayuda financiera y el apoyo a las familias con niños discapacitados. La eliminación de un grupo de nuestra sociedad es injustificable y absolutamente inaceptable»

Cientos de médicos se movilizan contra los tratamientos a «menores trans»: «Un escándalo histórico»



Los médicos están alertados por la ofensiva trans entre los niños, y las consecuencias que los tratamientos tendrán en ellos


Muchos profesionales sanitarios están escandalizados con la aplicación de la ideología en el ámbito médico, especialmente en lo que concierne a los denominados como “menores trans”. Muchas de las leyes que se están aprobando en numerosos países contemplan tratamientos hormonales para niños e incluso operaciones quirúrgicas con efectos irreversibles en estos menores de edad.
En Australia, los niños ya no necesitan solicitar a un juez que se someta a la terapia hormonal. El más joven que accedió a los bloqueadores de la pubertad en Australia tenía 10 años. Y por los numerosos casos parecidos al citado, más de 200 médicos de este país se han adherido en apenas tres días a una petición dirigida al ministro de Salud, Greg Hunt, para que convoque una amplia investigación parlamentaria que arroje luz sobre el riesgo que entrañan estos tratamientos hormonales en adolescentes que aseguran que han nacido en el cuerpo equivocado.
"Un asunto profundamente preocupante"
Tal y como recoge The Australian, psiquíatras infantiles, pediatras, médicos de otras especialidades o profesores universitarios del ámbito de la Medicina se han adherido al informe que presentó a principios de este mes de septiembre el profesor de Pediatría de la Universidad Western Sydney, John Whitehall, y que acompaña a la petición. El objetivo es que esta petición sea entregada al ministro antes de que se reanude la actividad parlamentaria en octubre.
 “Nuestra carta conjunta hace un llamamiento al ministro de Salud para que establezca una investigación parlamentaria sobre este asunto profundamente preocupante, en el que padres, maestros, abogados, así como médicos y otros, pueden presentar sus inquietudes a nuestros representantes elegidos para su consideración exhaustiva”, dice la carta.
El propio ministro de Salud ha mostrado ya su inquietud sobre estos tratamientos en niños y así se lo hizo saber al Real Colegio Australiano de Médicos, aunque el doctor Whitewall y otros profesionales médicos no creen que el Colegio sea capaz, debido a las presiones ideológicas, de realizar una investigación independiente.
"Uno de los mayores escándalos en la historia médica"
Whitewall se apoya en las consideraciones e investigaciones de reconocidos profesionales como el psiquiatra infantil Christopher Gillberg, que junto a su grupo de investigación de neuropsiquiatría en la Universidad de Gotemburgo, asegura que el tratamiento no comprobado con niños trans es “posiblemente uno de los mayores escándalos en la historia médica”.
Gillberg, que dirige centros de investigación en Gran Bretaña, Francia y Japón, ha exigido en varias ocasiones que se suspenda inmediatamente el uso de bloqueadores hormonales durante la pubertad debido a sus efectos desconocidos a largo plazo.
Este especialista habló del caso sueco definiendo como es “absolutamente horrible” ver que cada año cientos de niños reciben estos bloqueadores de la pubertad “experimentales” así como hormonas de sexo cruzado, poniéndoles en riesgo de infertilidad y todo ello aprovechándose de  “las dudas de los padres”.
Los verdaderos problemas en estos menores
Tanto el doctor Whitehall como el profesor de medicina de la Universidad de Oxford, Carl Heneghan, advierten igualmente de lo “experimental” de estos tratamientos, con el agravante de que son los propios menores los que los reciben sin saber cómo funcionará con los años.
El portavoz de los médicos que firman la carta y el informe dirigido al ministro, el pediatra Rob Pollnitz, afirma que la confusión de género que se da en niños y adolescentes es principalmente un problema psicológico y no biológico. “Antes de darles tratamientos no probados con hormonas y de realizarles una cirugía, debemos hacer todo lo posible para resolver sus problemas psicológicos”, recuerda.
Para estos profesionales, en muchos de los casos de menores que están siendo hormonados detrás suele haber otros problemas como el autismo, anorexia, traumas familiares o depresión. Necesitarían no hormonas sino ayuda para sus problemas reales.
Un caladero para los grupos LGTBI
Gillberg, a su vez, incide en que “muchos de los casos suecos (ya en adolescentes) tienen autismo o anorexia nerviosa”, y que era muy común que esos jóvenes “tuvieran aún más problemas de identidad en la pubertad: ¿quién soy yo? ¿Cómo debo comportarme? ¿Qué será de mí? ¿Soy hetero?” que el promedio de personas de su edad.
 “Esta crisis de identidad casi siempre se resuelve en unos pocos años, y creo que es este grupo el que ahora está siendo reclutado por los activistas”, agrega este especialista.
Una "oleada de suicidios" futura
Ya en agosto de 2018, el endocrino infantil estadounidense Quentin Van Meter denunciaba en Australia las graves consecuencias de esta ofensiva “trans” en los menores. En Londres, por ejemplo, las autoridades investigan un dato desconcertante: el aumento de un 2469% de peticiones de cambio de sexo en niños y adolescentes.
Van Meter señalaba que son los médicos de su especialidad los que tienen que recetar los tratamientos hormonales,y este doctor augura una “oleada de suicidios” en el futuro entre los niños a los que ahora los médicos les han afirmado como transexuales y les han ofrecido todos estos tratamientos.
El doctor Van Meter comparaba la situación actual con el experimento que el doctor John Money, inventor de la ideología de género, hizo con dos bebés gemelos, Bruce y Brian Reimer, a los que utilizó como cobayas humanas y que acabó con el suicidio de ambos . Asimismo, consideraba que la “horrible tragedia” de estos gemelos, uno de los cuales fue mutilado, puede repetirse con esta oleada de médicos que “ciegamente” están recetando bloqueadores de la pubertad y cirugías de reasignación de sexo a niños con disforia.
En su trayectoria profesional ha tratado con niños y jóvenes con conflictos con su identidad sexual y está convencido de que los niños necesitaban asesoramiento continuo e intensivo en lugar de terapias hormonales dañinas. "No he visto a ningún paciente transgénero que no haya tenido una cantidad significativa de problemas psicológicos ocultos”.
Los estudios del psicólogo Zucker
Este endocrino recomienda más estudios como el que llevó en Toronto el psicólogo Kenneth Zucker, que trató a niños con disforia de género durante más de 20 años y vio que la gran mayoría fue capaz de “curar” las heridas psicológicas.
Traducido en cifras: sólo el dos por ciento de los niños y el 10 por ciento de las niñas persistieron en su condición transgénero tras las consultas.
Pero lo que alertaba este endocrino es que ahora "estamos presionando para que sean el 100 por ciento de los niños, no el dos o el diez por ciento, y lo que vamos a ver en veinte o treinta años a partir de ahora es una ola de suicidios que nunca hemos experimentado”.
Los riesgos de los tratamientos hormonales
El doctor Van Meter insistía que los niños que toman estos tipos de hormonas son propensos a enfermedades tromboembólicas, derrames cerebrales, algunas enfermedades cardíacas e incluso cánceres que tiene relación con las hormonas que se introducen en el cuerpo.
Este médico aclaró que este no era el deber del cuidado que los pediatras se comprometieron cuando llevaron a cabo sus estudios de medicina. "Usted convierte al niño en un adulto que está enfermo por el resto de su vida", dijo Van Meter.

Javier Lozano / ReL. 2019

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