miércoles, 30 de agosto de 2017

La violencia silenciada


El 7% de los mayores de 65 años confiesa haber sido abusado o maltratado

Mientras se habla y mucho de la detestable violencia contra las mujeres, existen otros muchos casos de violencia doméstica de los que apenas se habla y que van en aumento. Uno de ellos y que tiene visos de ir creciendo más es la violencia que se ejerce contra los ancianos.

Occidente envejece a pasos agigantados. Según la Organización Mundial de la Salud, la población mundial de personas mayores de 60 años llegará a casi 2.000 millones en 2050, frente a los 900 que hay en la actualidad, siendo además una sociedad cada vez más individualista.

Según el barómetro realizado por la Unión de Pensionistas, en España, el 7% por ciento de los mayores de 65 años afirma que en el último año (2016) ha sufrido algún tipo de abuso, ya sea por privación, maltrato psicológico y verbal, económico e incluso físico y sexual.

De ellos, solo el 10% han denunciado su situación, por lo que los datos reales de abusos hacia este sector de la población son muy difíciles de conseguir.

Con el fin de sensibilizar sobre este problema, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado  el 15 de junio como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, no solo por ser una realidad desconocida sino porque se prevé que  aumentará debido al rápido envejecimiento de la población.

En la ONG Desarrollo y Asistencia llevan 20 años trabajando acompañando a personas mayores víctimas de una especial vulnerabilidad por soledad, dependencia o aislamiento social. Fruto de este experiencia y debido a que las personas mayores tienen una especial  dificultad para denunciar el maltrato - porque el ámbito en donde se producen es más cerrado y privado y porque en muchas ocasiones el maltrato viene por parte de hijos o parientes haciendo más difícil la denuncia- , se propone el voluntariado como una herramienta eficaz para prevenir y detectar posibles casos de abuso y/o maltrato.
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Para ello, se ha puesto en marcha el programa de voluntariado domiciliario dirigido a personas mayores para la prevención del maltrato y aislamiento social, en colaboración con la Dirección General de Mayores del Ayuntamiento de Madrid.

Desde el inicio del programa en enero de 2016, se han unido 405 voluntarios que han recibido formación especializada impartida por expertos en materia de geriatría y psicología del Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid, y han atendido a 404 personas mayores en sus domicilios.

Rel 2017

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La fornicación



Encabezo deliberadamente esta nota con un título chocante; lo es porque la palabra empleada ha caído en desuso y puede causar extrañeza. No cito la definición del catecismo sino la del diccionario: “tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio”. Este vicio se ha convertido en algo trivial, común, insustancial. Lo llamo vicio porque el diccionario define “fornicario: que tiene el vicio de fornicar”. Él o ella en principio, aunque hoy día la “igualdad de género” permite otras combinaciones, antinaturales.

Indico dos ejemplos de banalización. En la Sección Espectáculos del diario  EL DIA, se puede seguir una crónica diaria de la fornicación en el mundo de la farándula; hay records notables de señoritas (no estoy seguro de que sea ésta la identificación que corresponde) que cambian de “novio” cinco o seis veces al año; se supone que no se reúnen con ellos a leer la Biblia. Antes, a estos comportamientos y   a las personas que los practicaban se les aplicaban otros nombres. Se puede pensar que son casos extremos, que se exhiben en un escaparate para suscitar envidia y la ilusión de llegar a imitarlos. Escándalo, como se lo llamaba antaño: inducir a otro al mal, más intenso cuando la conducta desviada es promovida como una moda. La superficialidad de esos casos resulta irrisoria: escarceos, idas y vueltas, traiciones y arrepentimientos, cada tanto algún rumor de embarazo que no se confirma. La protagonista innombrada, por supuesto, es siempre la cama. Felizmente, la mayor parte de la gente no tiene tiempo ni plata para gastar en esas “placenteras” ociosidades. Pero el mal ejemplo cunde, fascina…, lo anormal se puede ir convirtiendo en deseable primero, luego en moralmente neutro y finalmente en normal. “Lo hacen todos”, ese es el lema.

SEXO EN LOS JUEGOS OLIMPICOS

El segundo ejemplo prometido procede de los pasados Juegos Olímpicos. El Ministerio de Salud de Brasil envió a Río de Janeiro nueve millones de profilácticos, 450.000 destinados a la Villa de los Atletas, donde se hospedaban 10.500 deportistas de todo el mundo, más los técnicos. La prensa brasileña hizo un cálculo: 42 condones por cada atleta, teniendo en cuenta los 17 días de duración de las competencias. La preparación para las mismas impone, como es lógico, la abstinencia, pero después de cada competición; ¡a coger atléticamente! No se asuste el lector por el uso de este verbo, no incurro en una grosería impropia de un obispo. El Diccionario de la Academia, en la acepción 24 del término señala que es un vulgarismo americano: “realizar el acto sexual”; pero en la acepción 19 define: “cubrir el macho a la hembra”; aquí entonces aparece en el significado de la palabra un matiz de animalidad. Quiero decir, en consecuencia, que la cultura fornicaria que se va extendiendo sin escrúpulo alguno es un signo de deshumanización, no es propia de mujeres y varones  como deben ser, según su condición personal. Algo de no humano, de animaloide aparecería en esa conducta.

La deshumanización del eros, que por su propia naturaleza es  carnal y espiritual, comienza por el descarte del pudor, de la honestidad, de la modestia, del recato. En estos valores cifra la plena humanidad de la actuación sexual, que no se exhibe obscenamente... Pienso en el “petting” descontrolado en lugares públicos. Valga una muestra del impudor “hodierno”: los “trajes” de baño femeninos que se reducen a tres trocitos simbólicos de tela; ¿no sería más sincero que en la playa o la piscina, se presentasen desnudas? No cargo la cuenta sobre el bello sexo; era tradicional que el varón tomara la iniciativa, y lo hace muchas veces abusando de su vigor, aunque las artes de la seducción no le sean ajenas, ahora desplegando instrumentos cosméticos, gimnásticos y hasta quirúrgicos. Por no hablar del cine, la televisión y las series de internet; a la pornografía la camuflan verbalmente hablando de “escenas fuertes”.

LIBERTAD LUCIDA

La banalización que he señalado implica asimismo una confusión fatal acerca del amor: no es éste una mera efusión sentimental, ni la sola atracción física, sino especial y esencialmente un acto electivo de la voluntad, en el que se ejercita en pleno la libertad, una libertad lúcida, consciente, una decisión de permanencia con el bien amado.
La seducción de la belleza, por cierto, cumple su papel -Platón asociaba sabiamente belleza y eros- en el conjunto de la elección personal. Lo propiamente humano es que tal decisión electiva sea para siempre, como signo de madurez, preparada en una educación para el respeto mutuo, la amistad sin fingimiento, la disposición de afrontar juntos -él y ella- las dificultades de la vida tanto como las infaltables alegrías. Entonces cobra sentido la unión sexual de un varón y una mujer.

En el contexto de una recta antropología, de una idea completa del ser humano en la que se asume su realidad biológica y psicológica, es fácil comprender que el acto sexual tiene una doble finalidad: es unitivo y procreativo. El gesto de la unión corporal acompaña, ratifica e incentiva la unión de las almas. La fornicación lo convierte en una gimnasia superficial y provisoria, propia de parejas disparejas, sin el compromiso de por vida que integra la expresión sexual en el conjunto de la convivencia matrimonial, con la apertura a los hijos.
Una señal alarmante de deshumanización se manifiesta en el lenguaje: novio-novia, ex novio- ex novia, pareja-ex pareja…, ya no marido y mujer, esposo y esposa; aquello debe llamarse, en realidad, concubinato.
Las consecuencias personales y sociales se pueden percibir en la orfandad afectiva –e incluso efectiva- de tantos niños y adolescentes y la cantidad superior de abusos que se registra precisamente en el interior de esas formas de “rejunte”, que no son verdaderas familias. Además la generalización de las relaciones sexuales entre adolescentes no permite augurar nada bueno. Comienza cada vez más temprano la banalización del sexo.

La finalidad procreativa del acto sexual es frecuentemente bloqueada, de modo expreso, intencional, en las fornicaciones ocasionales, pero también en la convivencia marital. El negocio de los anticonceptivos ha ocultado la sabia disposición de la naturaleza, que ordena en la mujer los ritmos de fertilidad. Todo ha sido bien hecho por el Creador, y el capricho humano se niega a utilizarlo, lo burla a su placer. La misma etimología lo esclarece de manera indiscutible: “genital”, “generación”, “génesis” integran una familia de palabras; en griego, en latín y en castellano: los órganos genitales y su uso sirven para dar origen a un nuevo ser.

Existe además –no lo olvidemos- la fornicación “contra naturam”, ahora avalada por las leyes inicuas que han destruído la realidad natural del matrimonio y que se fundan en la negación del concepto mismo de naturaleza y de la noción de ley natural.
La razón comprende que el cuerpo del varón y el de la mujer se ensamblan complementariamente porque están hechos el uno para el otro; y también sus almas.
La discriminación de los antidiscriminadores ha llegado a límites inconcebibles, como el de negar el derecho de los niños a ser criados y educados por un padre y una madre; así se ha visto en la entrega en adopción de niños a “matrimonios igualitarios”. Los enciclopedistas anticatólicos del siglo XVIII se horrorizarían de semejante atentado a la razón.

CULTURA DEL DESENFRENO

El laborioso remedio de una cultura fornicaria, del desenfreno, “akolasía” como lo llama Aristóteles, es la “sofrosyne”, la templanza, según el mismo Filósofo lo explicaba en el Libro III de su Ética a Nicómaco varios siglos antes de Cristo. Para nosotros, cristianos, a la destemplanza del incontinente, oponemos una especie concretísima de la templanza que se llama castidad.
Aquel gran pensador observaba que hay algo de infantil, por la irreflexión, en el desenfreno, en la intemperancia; y añadía además que “se da en nosotros no en cuanto somos hombres, sino en cuanto animales”. Lo propiamente humano es que la potencia sexual y su actuación se integren armoniosamente a la riqueza de la personalidad, y que ese ejercicio se desarrolle en el orden familiar. Es éste el logro de la virtud.

Tengo pleno respeto por las personas concernidas en todo lo que he dicho, y comprendo con cercanía y afecto sus conflictos, pero no puedo dejar de proclamar la Verdad. Mal que le pese al mundo.

HECTOR AGUER,  Arzobispo de La Plata. Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas / El Día 

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¿A quiénes beneficia la ideología de género?


En torno a la ideología de género se ha montado una amplísima e increíble red de receptores de dinero público que crece día a día, incrementando con ello el número de personas que están dispuestas a defender esta ideología. La ideología de género está dispuesta  a denostar y reducir al ostracismo a quien no la siga, a crear nuevos mecanismos de afianzamiento y a luchar, como fieras, por no perder una forma de vida tan lucrativa y sustanciosa.

De esta ideología se benefician los siguientes grupos:

1º Las organizaciones internacionales (ONU, CEDAW, organismos europeos…) con todo lo que supone de derivación de fondos públicos de los países donantes para proyectos asignados a asociaciones y fundaciones afines a la ideología de género.
2º Las organizaciones feministas, con todas sus redes de asociaciones y federaciones, institutos para la mujer, delegadas y representantes en diversos observatorios y comisiones que, además de tener infiltrados diversos organismos de ayuda y promoción de la mujer con sus correspondientes empleos en la administración, cobran asombrosas subvenciones de dinero público.
3º Los lobbies homosexuales, lesbianas, trans… que reciben ayudas, prebendas y cuantiosas subvenciones, además de legislaciones de discriminación positiva que les dan un trato de preferencia en todos los ámbitos.

4º Los partidos políticos y los sindicatos, con estructuras paralelas de asociaciones de mujeres y de LGTB como receptores presuntamente independientes de fondos públicos.

5º Las empresas abortistas y de control de natalidad que se encargan de garantizar una sexualidad “sin consecuencias” bajo el eufemismo de “salud sexual y reproductiva” donde se atenta contra la salud integral de la mujer y se niega el derecho básico de la vida al nonato.

6º Las empresas y negocios de fabricación artificial de niños para parejas imposibilitadas de ser reproductivas por su esencia y las empresas de eutanasia, en proceso de implantación inminente.
7º Los empleos paralelos y relacionados con la implantación de la ideología de género (observadores, asesores, expertos, comisarios…).

Evidentemente, en este momento hay tanta gente lucrándose gracias a esta ideología que nadie quiere ver el daño que está haciendo, y mucho menos, hacer algo para ponerle remedio. Lo peor es que los beneficiarios sobrevenidos y nuevos pillos de la historia, no sólo nos están haciendo pagar a precio de oro a todos los ciudadanos, sino que están aprobando legislaciones que están cambiando la faz del mundo. El coste está resultando altísimo, tanto en el aspecto económico como en el ético-moral, en el social y en la vida individual y la felicidad de millones de personas.

P. Lucas Prados, AlF, 2017

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Cinco métodos para lidiar con la adicción a los smartphones


Los móviles no son una droga pero, al igual que los estupefacientes, provocan adicción. Un psicólogo estadounidense explica por qué de produce esta adicción y cómo podemos combatirla.
La tecnología debería mejorar nuestra vida, pero en lugar de eso muchas veces lo que hace es impedir que disfrutemos de ella. Y la mayor fuente de ansiedad actualmente es un dispositivo que siempre nos acompaña.

De promedio pasamos tres horas diarias mirando el móvil, mientras que antes de la aparición de los ‘smartphones’ le dedicábamos solo 18 minutos.
Adam Alter, profesor de psicología y mercadotecnia en la Universidad de Nueva York, señaló a la revista ‘Time’ que el permanente deseo de comprobar si hemos recibido nuevos mensajes en un ‘smartphone’ es una forma de adicción.

Precisa que las adicciones no están vinculadas con el placer, sino con la mitigación de una angustia psicológica, como la soledad, las consecuencias de ser objeto de acoso o la incapacidad de conseguir que nos pasen cosas buenas en la vida.

“No importa cómo calmamos esa angustia, ya sea jugando a un juego que nos sume en un estado de distracción o tomando un medicamento: a la hora de calmar esos males psicológicos el comportamiento y las adicciones a las sustancias son muy, muy similares“, subraya el psicólogo.
Vivimos en la era de la ansiedad. Y los móviles pueden calmarla, pero al mismo tiempo son también capaces de aumentarla. Adam ofrece algunas recomendaciones para mantener control sobre el manejo de los móviles.

1. No diga “no puedo”

Para conseguir cambiar su conducta, dígase: “No miraré el móvil durante más de una hora” en lugar de “no puedo mirar el móvil más de una vez cada hora”. Adam explica que cuando decimos “no puedo” sentimos como una fuerza externa que nos dice qué podemos y qué no podemos hacer.
“La motivación y la toma de decisiones humanas funcionan mejor si sentimos que se originan dentro de nosotros. No nos gusta cuando nos dicen qué debemos y qué no debemos hacer“, precisó.
El psicólogo citó un estudio que investigó el éxito de varias mujeres que se habían propuesto hacer ejercicio físico. Aquellas que se decían “no puedo saltarme el gimnasio” tuvieron éxito solo en un 10% en comparación con el 80% de éxito de aquellas que se decían “no voy a saltarme el gimnasio”.

2. La proximidad es tentadora

Es aconsejable mantener el móvil en un lugar alejado cuando no exista la imperiosa necesidad de tenerlo a mano. Dejarlo en el rincón opuesto de la habitación es una buena opción. “Este método es más eficaz que resistir al deseo de mirarlo teniéndolo cerca”, comentó Adam.
Pero si necesitamos tener cerca el móvil, se pueden desactivar todas las notificaciones no importantes. Por ejemplo, el sonido que notifica la entrada de un mensaje. De esta manera “en vez de que sea el móvil el que le diga ‘míreme’ será usted quien decidirá cuándo hacerlo”.
“Le quita de esta manera el control a su móvil y lo retoma usted mismo“, explicó Adam.

3. Establezca un máximo de tiempo

¿Quería echar solo una ojeada al móvil y se ha quedado enganchado a la pantalla más de una hora? ¿Chequea su email, Facebook, Twitter e Instagram… e inmediatamente los vuelve a chequear? Los psicólogos describen este fenómeno como ‘bucle lúdico‘, una sensación similar a la que producen las máquinas tragaperras.
Este bucle sucede cuando una persona se sume en una experiencia adictiva que la sumerge en un estado hipnótico de tranquilidad que le obliga a realizar una misma acción una y otra vez. Este estado de bienestar dura hasta que algo la distrae.
Lo que hay que hacer es asegurarse de que esta interrupción sea planeada de antemano, de tal manera que no caigamos en el bucle durante tres horas.
Adam recomienda usar el cronómetro de cuenta atrás, presente en cualquier teléfono móvil, para marcarnos el máximo de tiempo que queremos permitirnos estar pegados al móvil.

4. Reemplazar el hábito

Otra manera de evitar mirar tanto el móvil es dejar bien lejos el aparato y poner cerca un libro. De esta manera sustituimos una mala costumbre con una buena. Cuando le entren ganas de chequear el móvil, abra el libro.
Otra variante es borrar Instagram del móvil después de comprobarlo, lo cual le obligará a volver a descargárselo para ver las actualizaciones. También podemos colocar el ícono de Kindle en el centro de la pantalla. Así, cada vez que tomemos el móvil de manera automática nos será más fácil leer un libro que entrar a Instagram. De esta manera chequear el móvil se convierte en algo bueno.

5. Doctor Jekyll, prepárese para la llegada de Mr. Hyde

En esa famosa obra el protagonista sabe que va a convertirse en un monstruo por la noche, por lo que se encadena en el sótano y atranca la puerta para no poder salir de él. Tomando decisiones inteligentes de antemano para lidiar con un problema, usted se asegurará de que no va a hacer nada tan estúpido como chequear su móvil de manera obsesiva.
¿Le han invitado a cenar en casa de unos amigos y sabe que si se lleva el móvil a la mesa tendrá la tentación de comprobarlo constantemente? Entonces déjelo en su abrigo y tendrá que combatir la pereza para levantarse de la mesa cada cinco minutos.

RT, noticias / Gta., 2017

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Le hicieron creer que era trans pero cayó en depresión e intentó suicidarse: hoy vuelve a ser chica


Familia desestructurada, adolescencia complicada, propaganda transexual en internet, mal diagnóstico médico y todo tipo de facilidades para cambiar de sexo sin un análisis exhaustivo. Este es el coctel que vivió Zahra Cooper, una joven de 21 años que se hizo transexual y que ahora quiere volver a ser chica, aunque las consecuencias de todo lo que ha hecho son muy palpables y difícilmente reversibles.
El caso de esta neozelandesa no es único y lo ocurrido con Cooper muestra la existencia de numerosas circunstancias que no se tienen en cuenta y que marcan la vida de estos jóvenes para siempre. La ideología pesa en muchos casos más que la propia salud de estas personas.
Su caso ha sido publicado en un extenso reportaje en The New Zealand Herald (1) y muestra el sufrimiento que ha pasado, con dos intentos de suicidio incluido, por un camino que nunca tendría que haber hecho.

De familia desestructurada y timida

Las secuelas todavía son muy visibles en Zahra, que se muestra triste porque todavía siguen confundiéndola con un chico. La cantidad de hormonas que tomó mantienen algunos efectos muy visibles como la gravedad de su voz.
Nació niña y desde pequeña era muy tímida, un rasgo que aumentó más en ella cuando sus padres se separaron y cambió de ciudad. En la adolescencia no encontraba su sitio y prefería quedarse en casa ante su dificultad para hacer amigos. Ahí empezaron sus dudas: “siempre he luchado con mi identidad de género, siempre me preguntaba si yo era un niño o una niña”.

Los vídeos de Youtube por los que decidió ser trans

A los 14 años con su cuerpo desarrollándose a toda velocidad vivió su momento más complicado, que venía marcado por sus problemas de sociabilización. Así fue como empezó a odiar su cuerpo.
En un principio, Zahra pensó que era lesbiana pero después se puso a navegar en internet y a ver vídeos de Youtube de transexuales. Y tras visionar todo este contenido ella se creyó que estaba atrapada en un cuerpo equivocado.

El médico autorizó que tomase hormonas

Durante los años siguientes mantuvo esta lucha hasta que pidió a su familia que dejaran de llamarla Zahra para pasar a ser Zane. Ella era ahora él y empezó a vestir como un chico. El siguiente paso pasaba por modificar su aspecto físico y ahí entraban las hormonas.
Acudió al médico local, de cuya consulta salió irritada puesto que este doctor le recordó que era mujer y que había nacido como tal. Finalmente pudo conseguir una cita con el endocrinólogo pero mientras tanto acudió a un psiquiatra ideologizado que le dijo que tenía disforia de género y que necesitaba un tratamiento hormonal. Y tras escuchar al psiquiatra, este especialista se las recetó sin ningún tipo de problemas.

Deprimida y con tendencias suicidas

Así empezó a tomar testosterona por vía oral y más tarde mediante inyecciones. Los cambios físicos se iban dando en su exterior pero la felicidad prometida no llegaba. Es más, tenía cambio de humor, mucha irritabilidad y depresión. “Tenía una voz más grave, vello facial y muchos otros cambios pero yo no estaba contenta con ellos. No me sentía yo”, cuenta en el reportaje.
Las cosas iban de mal en peor. La insatisfacción iba creciendo hasta que ocho meses después tocó fondo e intentó suicidarse. Lo intentó hasta en dos ocasiones. Su abuelo la encontró en coma tras una sobredosis y gracias a eso pudo salvar la vida.

La visita a otro psiquiatra

Viktor Rakich, el abuelo con el que vivía desde los 14 años tras el divorcio de sus padres, cuenta que “cuando ella pasó a esas pastillas, la vi ir cuesta abajo, pero nadie me creyó”. Tras los intentos de suicidio la obligó a ir a otro psiquiatra distinto al que le diagnosticó disforia de género.
El abuelo de Zahra confieas que nunca vio claro el programa de hormonas al que se sometió su nieta
Aquí se produjo la clave y el nuevo cambio de vida de Zahra. Tras un exhaustivo examen ella fue diagnosticada no de disforia sino de un principio de Síndrome de Asperger, una variante del Autismo.

Ahora empezaba a entender toda su historia

Entonces pudo entender su gran timidez en su infancia y adolescencia. En ocasiones los Asperger tienen problema con su identidad de género debido a su pensamiento de blanco o negro y en el que buscan las razones por las que no encajan en un determinado lugar. Por ello, muchas de estas personas acaban siendo empujadas a la transexualidad al ser diagnosticadas con disforia, aunque realmente no sea ese su problema. Precisamente, lo que le ocurrió a esta joven.
Tampoco nadie le había dicho que la gran mayoría de adolescentes que dicen no sentirse a gusto con su sexo acaban aceptándolo una vez pasada la pubertad.

La frustración tras haber sido diagnosticada erróneamente

Todo esto lo vio posteriormente en internet tras su visita al nuevo psiquiatra. También visionó de nuevo vídeos en Youtube de personas trans que habían dejado de serlo para volver a su sexo natural. Y decidió que tenía que seguir el camino de vuelta. Aunque las secuelas durarían por mucho tiempo. Además, tenía el problema añadido de haber empezado a salir con otro joven transexual. Pero su decisión de volver a ser chica era firme.
Lo más frustrante para ella es pensar  que de haberle detectado antes el síndrome de Asperger no habría pasado por todo este proceso que tanto sufrimiento le ha hecho pasar y hubiese recibido ayuda especializada desde el colegio. Y como consecuencia, “me hubiera entendido más a mí misma”.
Ahora ella es feliz y sonríe, algo que no hacía cuando tomaba testosterona. Pero a partir de ahora tendrá que vivir con algunas de las consecuencias que tiene el haber tomado esta hormona en grandes cantidades. Su voz grave es un ejemplo y su potencial esterilidad es otra. Pero ya no existen en ella tendencias suicidas porque está a gusto con su sexo. Es ella.

J. Lozano / ReL, 2017

(1) http://www.nzherald.co.nz/nz/news/article.cfm?c_id=1&objectid=11847330

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Los líderes de Europa no tienen hijos


El nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha sido el último en sumarse a la larga lista de dirigentes sin descendencia biológica, un aspecto que sus adversarios políticos trataron de aprovechar durante la campaña por el Elíseo. “Nos habla de un futuro, ¡pero no tiene hijos!”, exclamó en un discurso Jean-Marie Le Pen, antes de asegurar que su hija era una “madre de familia dedicada desde hace años al servicio público”.
La canciller alemana, Angela Merkel, la primera ministra británica, Theresa May, el presidente italiano, Paolo Gentiloni, o el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker , entre otros, también forman parte de la lista. Coincide la elección de líderes sin hijos con la idea generalizada de que carecer de familia permite a los dirigentes centrarse más en la cuestión política y con una crisis demográfica sin precedentes.
Las tasas de natalidad europeas son insuficientes para asegurar la reposición de la población y constituyen un problema en sí mismo. En Francia, por ejemplo, la tasa de natalidad es de 1,8 hijos por familia, lejos de los 2,1 necesarios para asegurar la supervivencia. En el Reino Unido está en 1,6; en Grecia, Italia y Alemania, en 1,3; y en España, 1,1.
En medio de esta crisis, la ausencia de ayudas a la maternidad, la consagración del aborto como un derecho -en nuestro país hubo 100.000 abortos el pasado año- y la promoción de la inmigración islámica. Según diversos estudios, en el año 2030 en el conjunto de Europa residirán aproximadamente 100 millones de musulmanes, que representarán el 26,5 por ciento de la población mundial. Esta cifra podría aumentar hasta los 200 millones si Turquía entrara en la Unión. En países como Holanda o Bélgica ya hoy la mitad de los nacimientos sucede en el seno de la comunidad islámica, y en Reino Unido el nombre más utilizado para los recién nacidos es Mohamed.
Y mientras en Europa se elige a dirigentes sin descendencia, líderes islamistas llaman a aumentar la natalidad. "Pido a mis hermanos y hermanas musulmanes en Europa que no tengan sólo tres hijos sino cinco", dijo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en plena campaña por el referéndum constitucional. Además, les exigió reclamar sus "derechos" en los países europeos, su "tierra natal". "Abrid más negocios, inscribid a vuestros en las mejores escuelas, vivid en los mejores barrios y las casas más hermosas", agregó.

Viktor Orbán, el penúltimo defensor de la familia
El primer ministro húngaro, padre de cinco hijos, ha reducido un 23% en cinco años los abortos gracias a campañas pro-vida -difundió carteles con la imagen de un bebé en el útero y el mensaje “Entiendo que no estés preparada para tenerme, pero dame en adopción, ¡déjame vivir!”- al apoyo a las familias y a la introducción de valores religiosos y éticos en la educación.
Al contrario que los líderes globalistas, él ha apostado por animar públicamente a las mujeres a dar a luz a sus hijos y facilitar ayuda en los trámites de adopción y acogimiento familiar -destina el 4% del PIB a medidas para apoyar a la familia, frente al 2,7% de media de la OCDE-. Además, en su mandado ha incluido la protección de la vida humana desde el momento de la concepción en la Constitución. Su Gobierno fomenta la maternidad con el ejemplo, pues entre sus ministros suman más de 30 hijos.

La Gta., 2017 

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LA HOMOSEXUALIDAD PUEDE SER VENCIDA O AL MENOS CONTROLADA


Los resultados indicaron que las personas que quieren cambiar la orientación sexual pueden tener éxito.

  Años después de que la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) suprimiera arbitrariamente (principalmente por presión de los activistas y sin ningún estudio serio que lo sustentara), la homosexualidad de su Manual de Diagnósticos, considerándola una opción de vida, más que un desorden psicológico, una asociación de psiquiatras y psicólogos de California  demostró que los homosexuales pueden cambiar su orientación por medio de la terapia adecuada y un fuerte deseo de cambio.

 La Asociación Nacional para la Investigación y la Terapia de la Homosexualidad (NARTH) publicó en su momento, los resultados de un estudio de dos años en unión con su encuentro anual de psicólogos y psicoterapeutas autorizados, trabajadores sociales, asesores familiares, y profesionales relacionados. El estudio fue dirigido entre casi 860 individuos que luchan por vencer la homosexualidad y más de 200 psicólogos y terapeutas que los tratan. La encuesta fue patrocinada por NARTH; sus datos fueron tabulados por profesionales de la Brigham Young University.

 “Esta investigación demuestra, de una vez y por todas, que la propaganda extendida por el lobby gay en este país  no ha tenido ninguna base y sospecho que lo han sabido siempre”, decía el Dr. Joseph Nicolosi, psicólogo y director ejecutivo de NARTH. “Deberíamos dejar de decir a los jóvenes y a todos los que luchan por superar la homosexualidad,  que no es posible dejarla. En vez de eso deberíamos decirles: “Si quieres cambiar, es posible, muchos otros han podido.”

 Gracias a la encuesta, se encontró a gran número de individuos que habían dejado la homosexualidad, algo que los activistas niegan; este estudio demuestra que tales personas existen.

 Entre las averiguaciones significativas del estudio existe un movimiento documentado en la orientación sexual de los entrevistados, además de la frecuencia e intensidad de sus pensamientos y acciones homosexuales. Específicamente, el estudio deja constancia:

 *De que antes del tratamiento, el 68% de los entrevistados se percibían a sí mismos como exclusivamente o casi completamente homosexuales, con otro 22 por ciento que afirman que eran más homosexuales que heterosexuales. Después del tratamiento, sólo el 13% se percibía a sí mismos como exclusivamente o casi completamente homosexuales, mientras que el 33% se describía  exclusivamente o casi completamente heterosexuales.

 *Aunque el 83% de los entrevistados indicaba que entraron en la terapia principalmente por la homosexualidad, el 99% de los que participaron en la entrevista dijeron que ahora creían que el tratamiento para salir de la homosexualidad podía ser eficaz y valioso.

• Como grupo, los entrevistados afirmaban, estadísticamente significativos descensos de la atracción al mismo sexo (AMS), al seguir el tratamiento, bajó la frecuencia e intensidad de sus pensamientos homosexuales, de la masturbación y la pornografía gay, de los actos homosexuales. Los entrevistados también indicaban que, como resultado del tratamiento y de los cambios de orientación sexual,  iban mejorando también psicológica e interpersonalmente en los otros aspectos de su vida.
  
• De los psicoterapeutas entrevistados, el 82% decía que creen que la terapia reparativa (la que practica NARTH), puede ayudar a cambiar la homosexualidad no deseada. Además indicaban que como promedio, de un tercio a la mitad de sus pacientes había dejado la orientación principalmente homosexual.

• Y más del 95% de los psicoterapeutas decían que estaban de acuerdo,  fuertemente, o de alguna manera, con la afirmación de que los pacientes homosexuales pueden cambiar a la orientación heterosexual.

En el momento de la entrevista, el 63% de los participantes indicaba que estaban todavía en tratamiento, habiendo pasado un promedio de 42 sesiones en la terapia, hasta ver la mejoría. De la muestra principalmente Caucasiana, el 78% eran hombres, el 22% eran mujeres, con un promedio de edad de 37 años. Más de la mitad de los participantes no había estado casado y aproximadamente un tercio estaban casados. Casi el 90% de los entrevistados tenían título universitario.

 “Esta investigación determina claramente, la homosexualidad como condición psicológica, más que genética o hereditaria,” decía el Dr. Nicolosi, llamando a los estudios previos del cerebro y del material genético, trabajo de activistas y políticos gays. “Como consecuencia”, continuaba, “No debemos dejar solos, a esos individuos que quieren salir de la homosexualidad.”

Los comentarios proporcionados por los entrevistados incluían:

• “Cuando me di cuenta de que la homosexualidad era una trampa”, decía un hombre, “Fui a pedir ayuda. Mi terapeuta me proporcionó un modelo para la relación apropiada hombre-a-hombre, relaciones no sexuales, y me enseñó a establecer relaciones apropiadas.”

• Otro hombre escribió: “Había estado implicado en una conducta compulsiva  varias veces a la semana durante ocho años, desde el momento en que me fui de casa y comencé a vivir por mi cuenta. También tuve varios encuentros físicos ocasionales. Desde que me uní a un grupo de terapia, no he tenido que recurrir a la masturbación compulsiva, ni al uso de sexo o pornografía telefónica. La atracción a los hombres persiste, pero cada semana que participo en el grupo me estimula a superarme cada vez más.”

• Una mujer entrevistada afirmaba: “Nunca esperé recuperarme tanto. Mis relaciones con los hombres han mejorado enormemente. Puedo tener relaciones sexuales con mi marido de una forma que nunca antes había podido. Estoy aprendiendo a dejar atrás las emociones protectoras familiares de desprecio, arrogancia, falsa auto-suficiencia, ira y autoindulgencia y a practicar las emociones de amor.”

• “El cambio es extremadamente difícil y requiere un compromiso total,” decía un entrevistado. “Pero he roto la increíble fuerza que la homosexualidad ha tenido sobre mí durante tanto tiempo” “No he sido tan feliz desde que era niño. La gente puede y debe cambiar y  llegar a ser libre.”
  
 “NARTH da voz a estas personas que participaron en nuestro estudio y a todas las demás que desean mejorar.”, dijo Nicolosi,  “Como profesionales, no podemos permitir que los americanos sean engañados un minuto más. Se nos debe permitir llegar a esas personas que quieren nuestra ayuda para dársela. E intentaremos continuar para lograrlo.”

 Fundada en 1992, NARTH existe para hacer efectiva una terapia psicológica para todos los hombres y mujeres homosexuales que buscan el cambio, principalmente por medio de servicios referentes en Estados Unidos y en el extranjero. Entre los miembros de la organización se encuentran psicoterapeutas que dan conferencias y escriben regularmente sobre el tema de la homosexualidad, sus causas y su tratamiento. El ser miembro está abierto a todo el que comparta sus ideales. 


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