martes, 31 de enero de 2017

Hooligan de la ideología de género y feminista radical, así es la nueva ministra de Educación de Italia




Hooligan de la ideología de género y feminista radical, así es la nueva ministra de Educación de Italia
 etiqueta: ideología de género
El referéndum fallido convocado por Matteo Renzi y que le obligó a dimitir ha tenido más consecuencias de las esperadas. El nuevo primer ministro, Paolo Gentiloni ha nombrado a su vez varios ministros aunque entre ellos destaca un nombre, el de Valeria Fedeli como ministra de Educación.

En Italia el nombramiento de Fedeli para este cargo ha generado una gran polémica puesto que esta histórica sindicalista es una apasionada de la ideología de géneroya desde el Senado intentó sacar adelante una ley que impusiera estos postulados en todos los colegios italianos.  Finalmente, este proyecto marcadamente ideológico no prosperó pero tras su elección como ministra los movimientos profamilia y grupos católicos temen que lo recupere del cajón y vuelva a la carga.

Valeria Fedeli es uno de los grandes referente del feminismo italiano, defensora del lobby LGTB y una declarada enemiga del Family Day, el movimiento profamilia que ha sacado a la calle a cientos de miles de personas a en contra de leyes como la de las uniones homosexuales.
Fedeli, una política forjada en el sindicalismo y el feminismo
Pero la polémica persigue a esta política del Partido Democrático pues se ha descubierto que ha mentido sobre su título universitario y que en realidad la que es precisamente ministra de Educación no tiene el título de Trabajo Social del que presume en su biografía.

Nacida en 1949, Fedeli recuerda que en su juventud “me encontré con el movimiento estudiantil, el feminismo y la Confederación General Italiana del Trabajo”, el gran sindicato italiano. Pronto el sindicalismo centró su vida primero en el Ayuntamiento de Milán en el ámbito educativo y más tarde en el sector textil hasta que se convirtió en vicepresidenta de la Asociación Nacional de Consumidores donde decía luchar para “superar las desigualdades de género”.

Del sindicalismo pasó a la política como senadora del Partido Democrático (formación de izquierdas) donde ha llegado incluso a ser la vicepresidenta de la Cámara.

Precisamente desde el Senado de Italia es desde donde Fedeli ha utilizado su asiento para promover la ideología de género y el feminismo. Ejemplo de ello fue el proyecto de ley que presentó en 2014 que desde el título ya deja entrever la carga ideológica: Introducción de la educación de género y de la perspectiva de género en la actividad y en los materiales didácticos de la escuela del sistema nacional de educación y en la universidad.
Deconstruir la diferencia hombre-mujer
La actual ministra de Educación fue la promotora y primera firmante de este proyecto de ley que finalmente no logró ser aprobado. Bajo el pretexto de conseguir la igualdad entre hombres y mujeres en realidad este texto iba más allá pues pretendía hacerlo eliminando el concepto hombre-mujer. Ya no hay hombre o mujer por lo cual ya no existe desigualdad.

De hecho, en el texto se pedía realizar una “deconstrucción crítica de las formas rígidas y estereotipadas a través de las cuales las identidades de género son cultural y socialmente conformadas”.  Si no se hace esto, declaró la exsenadora, esa persona va a vivir en una “identidad forzada” bajo los papeles ya definidos de la separación por sexos.
Cambiar los libros de texto y los planes de estudio
¿Cómo quería hacer esto la entonces senadora Fedeli? Adoctrinando a los niños en los colegios interviniendo los planes de estudio para que incluyeran la teoría de género en todas las etapas educativas y modificando los libros de texto para que los niños aprendiesen que el concepto hombre-mujer no es más que una construcción social. Además, se debería formar al profesorado en esta ideología. Para ello, el proyecto de Valeria Fedeli preveía un presupuesto mínimo de 200 millones de euros.

Y con un texto como este en su mochila Fedeli ha llegado, sin haber sido elegido su gobierno en las urnas, al Ministerio de Educación.
Vehemente defensora de los postulados LGTB y del feminismo
Sin embargo, su bagaje va mucho más allá y fue una de las senadoras que con mayor vehemencia defendió la ley Cirinna contempla las uniones civiles homosexuales.  Afirmaba que defender la ley era apoyar de verdad a la familia y que “no sería la victoria de una minoría, sino de todo el país, debido a que regalan mucha felicidad y serenidad”.

De hecho, en su intervención en el Senado dio la nota leyendo una carta de una madre lesbiana que defendía la ley y mientras lo hacía se puso a llorar afirmando que estaba “orgullosa” de llevar la felicidad al colectivo LGTB.

La nueva ministra de Educación es además de todo esto una activista feminista y los escritos de su página web están prácticamente todos impregnados de este pensamiento que tan unido está a la ideología de género.
Los movimientos profamilia califican el nombramiento como un "insulto"
Por ello, no es de extrañar el temor y desconcierto de miles de padres italianos ante la posibilidad de que Valeria Fedeli tenga vía libre para asaltar ideológicamente las escuelas.

Massimo Gandolfini, presidente deDifendiamo i nostri figli  (Defendamos a nuestros hijos) y uno de los líderes del Family Day, ha asegurado que “el nombramiento de de Valeria Fedeli, cuya orientación cultural a favor de la identidad de género es bien sabida sólo puede ser interpretado cono otro  insulto para el Family Day”.

A su juicio, “esta elección tiene claramente un tono de provocación, si no de venganza, contra las familias del Comité del No, responsable de haber ganado el referéndum mediante el bloqueo de una peligrosa tendencia autoritaria en la que ya tenían previsto elaborar una legislación contra la familia natural y el derecho de los niños a tener una mamá y un papá”.

Javier Lozano / ReL

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Peter Singer a favor del asesinato de niños con varios meses de vida


El filósofo Peter Singer es uno de los ideólogos más influyentes en las políticas de la izquierda actual. Sus argumentos se utilizan para defender la eutanasia, el aborto, la zoofilia e incluso el asesinato de niños recién nacidos.

El filósofo Peter Singer, es un firme defensor de que se libere la práctica del aborto y se extienda a los niños hasta un mes después del nacimiento. Lleva años generando polémica, aunque algunas de sus propuestas -aborto, eutanasia…- ya han sido aceptadas por varios gobiernos de países occidentales.

Hace un cuarto de siglo, Singer puso en marcha el Proyecto Gran Simio, que recibió el apoyo de personalidades del mundo científico como Richard Dawkins y Jane Goodall. Este proyecto se basaba en un principio que situaba a los simios a la misma altura que los seres humanos y, en algunos casos como el de los bebés no nacidos, pretendía concienciar a la sociedad de que debían tener una consideración inferior que los chimpancés. Así, aseguraba que: “un feto humano, sin más sentimientos humanos que una ameba, goza de una reverencia y una protección legal que excede en gran medida a la que se le concede a un chimpancé adulto”.

En España las teorías de Singer tuvieron influencia en el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero que llegó a reconocer derechos humanos a los simios en 2006.
Cuando el Partido Socialista aprobó en 2010 una ley de aborto que consideraba a este como derecho –derecho consagrado por el Partido Popular- la ministra Bibiana Aído se negó a tener en cuenta los argumentos de las asociaciones pro-vida a las que había convocado. El argumento de la ministra fue que “la sociedad española ya había cerrado ese debate”. El del aborto, claro. Así que aquella era una cuestión sobre la que no procedía pronunciarse sino en cuanto a su articulación.

Aunque, desmintiendo a la ministra, hubiera muchos millones de españoles que no estaban de acuerdo en que lo que la ley permite sea justo, ni humano, ni digno, en un par de cuestiones sí tenía la razón. Una primera: dada la hegemonía ideológica “progresista” son ellos, y solo ellos, quienes determinan cuando se abren y se cierran debates. Y una segunda: el debate del aborto está tan superado en los think tank progres, que estos se hallan en otra etapa de su marcha triunfal hacia la tierra de promisión: el infanticidio. Y al frente de ellos, los filósofos del llamado “utilitarismo ético”, comandados por Michael Tooley y, sobre todo, por Peter Singer.

Liberación Animal
Peter Singer es un filósofo que se dio a conocer hace ya cuarenta años al publicar “Liberación Animal” (1975), obra en la que recababa el fin del especismo, esto es, la consideración de que el hombre sea algo distinto y superior al resto de animales.

Aunque no puede decirse que su concepción de la existencia, hunda aquí sus raíces en exclusiva, no cabe duda de que ha sido el “animalismo” lo que le ha dotado de la suficiente originalidad como para convertirse en uno de los referentes esenciales del pensamiento de la izquierda más vanguardista. Desde entonces ha desplegado con insistencia su doctrina hasta, finalmente, calar en la sociedad occidental.

Además, Singer es un eminente defensor de la eutanasia y la zoofilia entre lo que eran, en los setenta, otras visiones alternativas de la realidad. Ardiente partidario de la primera, para la segunda sólo concibe el límite que impone el daño que se pueda infligir al animal.

Esa protección al “animal no humano” le ha llevado a afirmar que la mera pertenencia a la especie humana no es un hecho determinante en cuanto a conferirnos el derecho a la vida. Lo que realmente nos hace dignos de ese derecho es el desarrollo de la autoconciencia. Por ejemplo, Singer no niega la naturaleza humana del feto, lo que considera una evidencia. Pero su razonamiento no le conduce a negar el derecho al aborto en función de ese carácter humano del feto; antes al contrario, le lleva a razonar que, si el aborto es permisible pese a la naturaleza humana del feto, parece lógico que el infanticidio también lo sea.

Para ello, ha desarrollado una teoría conocida como “agregacionismo”. Según esta idea, lo esencial es maximizar la suma total de bienestar de los individuos sin que la desigualdad de la distribución de ese bienestar juegue papel alguno. De acuerdo a esta idea, el bienestar total es mayor cuando una mujer decide abortar -por conveniencia o deseo-, a una criatura carente de conciencia, que cuando el nacimiento de esta criatura inconsciente contraviene las conveniencias o los deseos de una mujer adulta.

La idea de sufrimiento se ha convertido en Singer en una obsesión. En su imaginario, su evitación lo justifica todo. El núcleo de su filosofía es que debemos actuar primordialmente con objeto de prevenir o reducir el sufrimiento. La ausencia de consciencia tiene la ventaja de que permite que no haya sufrimiento, de modo que el recién nacido, al no haber desarrollado esa autoconciencia, puede ser eliminado sin trabas. Singer contempla positivamente el infanticidio, definiendo con precisión: «el niño no tiene estatus moral porque no es consciente de sí mismo», por lo cual establece en unos seis meses el plazo para matarlo.

En sus últimos años ha realizado la transición de lo que era el “utilitarismo de preferencias” (definición que Singer aplica al utilitarismo clásico de Stuart Mill) hacia el “utilitarismo hedonista”, a través del cual sostiene que lo decisivo es la maximización de las experiencias positivas y la disminución de las experiencias negativas de los individuos.

En lo que hace a los niños recién nacidos, asegura que “mientras la pertenencia a la especie humana no es relevante, sí que lo es la personalidad.” Singer sólo acepta la existencia de derechos como resultado de la derivación de principios utilitaristas.

Tal y como recoge en "Writings on an Ethical Life", el lógico desarrollo de tales principios conduce a la propuesta de que es admisible la eliminación de todos los recién nacidos con limitaciones físicas y mentales consideradas severas. La eutanasia sería recomendable para los enfermos terminales y los ancianos que constituyan "una carga para el bienestar de la sociedad", ya que el bienestar total es mayor, liquidando a tales personas y no causando perjuicios –personales y económicos- al conjunto de la sociedad, que manteniendo tales vidas, que exigen permanentes cuidados y molestias. Así, si el animal (el animal no humano en la jerga animalista) es saludable, su vida es más digna de respeto que la de un ser humano que no lo sea.

Establecido el principio de que lo esencial, es lo saludable, con independencia del ser al que nos refiramos, parece lógico concluir que el humano debe ceder ante la Naturaleza, a la que pertenece y, por tanto, de la que no puede disponer.

No es difícil colegir que los filósofos de esta corriente y, por tanto, del animalismo, son resueltos defensores de las políticas antinatalistas, decididos partidarios del control de población y de la promoción de la esterilidad.

El Especismo
Como ya se ha dicho, los defensores del animalismo han acuñado un término, especismo (fue el psicólogo británico Richard Ryder, en 1970, su creador) para denominar la separación entre el animal y el humano. De acuerdo a la teoría antiespecista, las barreras entre nosotros y los animales deben desaparecer hasta afirmar una igualdad radical, como otras han caído a lo largo de la historia. Y así, aprovechando los sentimientos humanitarios de muchas personas hacia los animales -sentimientos que, en sí mismos, son innegablemente positivos en cualquier sociedad civilizada- despliegan una filosofía humanófoba de inequívoca raíz materialista.

Porque el animalismo no es otra cosa que la última consecuencia –hasta el momento- del marxismo cultural: el objetivo nuclear de Marx era la desaparición de toda relación de dominio, si bien él desarrolló esta idea básicamente en el campo de la historia y la economía. Engels, sin embargo, ensancharía su perspectiva –revisando la raíz exclusivamente económica de los procesos históricos-, y a lo largo del siglo XX la idea de eliminar cualesquiera causas de dominio se hizo extensiva al conjunto de posibles relaciones, más allá de su condición de infraestructura económica.

La siguiente etapa consistiría en suprimir el pretendido dominio del varón sobre la hembra, el patriarcado, a través del movimiento feminista. Los viejos marxistas pertenecían a una generación machista, por más comunistas que fueran, acusaban los revoltosos del 68; sin duda el Partido Comunista Francés había sido una auténtica escuela de filosofía, pero su organización y valores eras innegablemente patriarcales.
A esas alturas ya se estaba acometiendo el derribo de las dos últimas barreras de dominio: la de la heterosexualidad sobre la homosexualidad, y la de los adultos sobre los niños, ambas de la mano de la marxista Escuela de Frankfurt.

Pero, en definitiva, la supresión de toda esta cascada de imposiciones se había restringido al ámbito puramente humano; justamente eso es lo que animalismo trasciende. La discriminación de los animales por parte del hombre no es más que la expresión de ese atávico instinto de dominio, que ya vamos suprimiendo en las relaciones entre personas pero que aún permanece en nuestra relación con los animales y, más genéricamente, con la Naturaleza. El animalismo se conforma, así, comola última y más radical expresión de un materialismo humanófobo hijo del marxismo cultural.


Fernando Paz / Gta.

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jueves, 26 de enero de 2017

Experta explica peligros y errores del proyecto de identidad de género en Chil



La Dra. Francisca Ugarte, miembro de la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes, alertó que el proyecto de ley que “reconoce y da protección a la identidad de género” en Chile tiene graves errores y jamás debe contemplar a los menores de edad.
 El proyecto describe la identidad de género como “la vivencia interna” de la persona que “puede corresponder o no con el sexo” biológico.
 “Yo no estoy de acuerdo con la definición de la ley que dice que es un simple sentimiento. Está absolutamente fuera del contexto social, biológico, cultural (…) El ser humano no se puede separar, es un ser integral”, explicó Ugarte quien ha difundido diversas cartas públicas respecto al tema.
 El proyecto chileno, al igual que otros en la región, tiene como base la ideología de género, una corriente que considera que el sexo no es algo biológico sino una construcción socio-cultural, algo que además se pretende imponer a través de la educación de niños y jóvenes en diversos países, y que el Papa Francisco ha condenado en varias ocasiones.
 El proyecto en Chile propone el cambio de nombre y sexo en el registro civil y en forma quirúrgica para los mayores de 18 años, algo que solo podrían hacer en forma registral los menores de edad.
 La Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía de la Cámara Alta se encuentra realizando nuevas indicaciones para someterlo a votación el próximo 13 de diciembre en el Senado.
 El documento describe que los niños desde los 0 hasta los 14 años, podrán solicitar el cambio de “sexo registral” ante un Juez de Tribunal de Familia, para lo cual podrán sustentarse en informes médicos y psicológicos.
 Entre los 14 y 18 años un menor podrá solicitar el cambio de sexo en el Registro Civil. En ambos casos si los padres se oponen, el menor podrá recurrir ante un juez de un Tribunal de Familia quien nombrará un “defensor”.
 Ugarte precisó que un recién nacido hasta los dos años “no tiene concepto de identidad sexual -proceso de reconocimiento como hombre o mujer- y no es capaz de comprenderlo por su grado de madurez”.
 Lo “habitual es que desde los dos a seis años se produzca la primera etapa de identidad sexual” la que se termina de definirse alrededor de los 18 años. En este proceso, puede darse la llamada “disforia de género” que es la discordancia o malestar con su corporalidad o sexo biológico.
 La endocrinóloga explicó que la disforia de género puede darse por factores culturales, familiares, de la pubertad o por un Trastorno de Desarrollo Sexual (TDS / que a su vez se da por alteraciones cromosómicas, hormonales o genéticas y provoca malformación de los genitales internos o externos o la incongruencia entre estos).
 Cuando hay casos con TDS se hacen estudios cromosómicos, hormonales, genéticos y anatómicos durante la niñez “para saber si (el individuo) es hombre o mujer”.
 En este periodo los padres no deben forzar, ni insistir en su identidad ya que puede “provocar un trastorno de la identidad por influir inadecuadamente en su sexo de crianza. Se altera su desarrollo normal que iba a revertirse espontáneamente” al avanzar los años, dijo Ugarte.
 En “la pubertad, una etapa crucial de definición y maduración de la identidad sexual, un 80 y 90 por ciento de los niños que tienen disforia de género, finalmente adscriben a su sexo biológico y no tienen  ningún conflicto”, afirmó Ugarte.
 Sin embargo, en los casos restantes se debe realizar un acompañamiento profesional al menor y a la familia, y descartar patologías psiquiátricas a través de estudios.
 En 25 años de trabajo, la doctora Ugarte ha atendido alrededor de 360 mil casos de la zona sur de Santiago de Chile. De ellos, solo dos se definieron como “transgénero”. “Son casos dramáticos, complejos y dolorosos para la persona y la familia”, dijo.
 “Se está haciendo una ley que se prestará para grandes confusiones y errores: Un mayor de 18 años podrá hacerse un cambio y no está obligado a tratarse, ni estudiarse si es o no transgénero (…) La ley debiera obligar a descartar patologías endocrinológicas y psiquiátricas y jamás debiera permitir el cambio de género en menores de 18 años.
 Incluso la persona transgénero debiera estar en pleno conocimiento de lo que implica el cambio: los tratamientos hormonales, quirúrgicos y enfermedades”, insistió Ugarte.
 También, la endocrinóloga manifestó que “los menores no tienen la capacidad, ni son competentes para tomar una decisión de esa magnitud. Los padres competentes, desde el punto de vista legal, deben apoyarse en aquellos expertos que le pueden dar esos conocimientos para decidir bien”.

Por Giselle Vargas / SANTIAGO (ACI).-

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El derecho a abortar con la conciencia tranquila


 Francia decidió prohibir en junio de 2014 la emisión de un anuncio titulado “Querida Futura Mamá”, ganador de seis leones en el festival publicitario de Cannes, el más importante del mundo. En el vídeo, personas afectadas por el síndrome de Down, explican en varios idiomas a una futura mamá, preocupada porque se lo han diagnosticado a su hijo, que quienes lo padecen pueden tener una vida plena y feliz. Véanlo. Comprobarán que, sin duda, es emotivo, pero también completamente blanco y sin crítica alguna contra nadie.

Pues bien, hace un par de semanas (Noviembre de 2016), el Consejo de Estado francés dio la razón al órgano censor (CAC) de aquella decisión, y varias asociaciones han declarado su intención de recurrir al Tribunal de Estrasburgo. Y aunque éste ha dictaminado en varias ocasiones en favor de la libertad de expresión…, lo cierto es que no tengo mucha confianza. Porque los franceses han inventado un nuevo derecho para cimentar su decisión, y es tan suculento y políticamente correcto que no sé si la corte europea será capaz de o simplemente querrá resistirse a él. Así, el Tribunal ha calificado la campaña como "inapropiada", que ya me dirán cómo se puede censurar algo cuando el peor adjetivo que se le puede endosar es ése. Y la razón es que la felicidad de los niños y jóvenes con síndrome de Down "podría perturbar la conciencia de las mujeres que han tomado diferentes opciones legítimas de su vida personal", y que además su difusión no favorece al interés general de los franceses (¿?).

No creo que haga falta ser muy absolutista de la libertad de expresión ni llegar al extremo de Voltaire de dar la vida por la opinión ajena –que, dicho sea de paso, dudo que el filósofo hubiera llevado a cabo de tener que hacerlo– para revolverse ante este abuso censor. Resulta que no se puede emitir nada en las televisiones francesas, que pueda resultar siquiera mínimamente incómodo a una mujer que haya abortado a su hijo por tener una enfermedad congénita. Los censores ni siquiera intentan argumentar que haya nada en el anuncio que sea mentira, porque no lo hay, y se consideran ungidos con el poder de decidir qué es el interés general de sus súbditos, y de negar el derecho a expresarse en contra del mismo, como han hecho todos los que han provocado algún cambio, para bien o para mal, en sus sociedades.

Da lo mismo, o debería dar lo mismo, lo que pensemos sobre el aborto…, el problema, en el fondo, es el mismo que en un caso tan aparentemente distinto como el del derecho al olvidola libertad de expresión debe ser limitada para evitarle al hombre del siglo XXI la inconveniencia de asumir las responsabilidades de sus propios actos.

Daniel Rodríguez Herrera (edit), LD

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jueves, 19 de enero de 2017

De las tres condiciones que han de darse en una sociedad para llegar a una ley de eutanasia

  
En tanto una aberración más del sistema, no sorprende mucho que las sociedades contemporáneas supuestamente avanzadas transiten ya por el camino de la eutanasia. Son tantas las cosas aberrantes que estamos haciendo, que ésta apenas se antoja una más. A decir verdad, ni queda mucho lugar para la sorpresa, ni existe ya aberración que escandalice.

            Sin embargo, la implementación de leyes de eutanasia, disfrazadas, eso sí, de “leyes de muerte digna”, como si los 25.000 millones de seres humanos que nos precedieron en la ocupación de este planeta llamado tierra hubieran estado hasta ahora muriendo de manera indigna, me sigue produciendo algo de sorpresa, pues si otras leyes, como por ejemplo las de aborto, son leyes que aplicamos a personas que no pueden defenderse y que en modo alguno pueden aplicarse ya sobre nosotros mismos, la ley de eutanasia es algo que tarde o temprano nos ha de tocar, produciéndonos, según creo, algún que otro perjuicio, ¿o no?

            Así las cosas, me he preguntado cómo puede llegar una sociedad a legislar leyes para matar a sus ciudadanos y que éstos lo acepten de buen grado, y he llegado a la conclusión de que más allá de que la sociedad en cuestión esté enferma, como indudablemente lo está la sociedad occidental contemporánea, para llegar a situación tal hace falta que se den tres condiciones sine qua non.

            La primera es el profundo egoísmo de las personas que componen esa sociedad. Efectivamente, las personas sobre las que se aplica la ley son personas que, por lo general, han pasado ya de esa fase de la vida en la que se aporta para acceder a aquélla en la que se demanda: no sólo los recursos financieros del sistema, al que por cierto dotaron con sus impuestos, sino también el esfuerzo y el tiempo de quienes les rodean, a quienes, por cierto, se lo dieron todo un buen día de su vida. La “desaparición” de esas personas, -para decirlo como es, su “eliminación”-, acaba por resultar muy conveniente para la sociedad y para todos y cada uno de esos de entre sus miembros a los que les toca una carga como la que representa una persona en sus últimos años de vida.

            La segunda es un sentimiento curioso pero inherente al ser humano, esa sensación de que a uno no le va a llegar nunca el turno, y de que la desgracia, y en particular la muerte, no va con uno, es sólo para los demás. De modo que cuantos están a favor de las leyes de eutanasia, y como un subproducto más del egoísmo del que hablábamos en el punto anterior, piensan en todos los problemas de los que se van a desembarazar mediante su aplicación, sin acordarse de que un buen día, el problema del que alguien habrá de desembarazarse será precisamente el que representan ellos. Es un sentimiento igualmente relacionado con el cortoplacismo con el que se vive la vida actual, presente también, por ejemplo, en la economía: hoy se piensa más en el pelotazo que en el trabajo cotidiano a largo plazo, ése que crea empresas de las de “para toda la vida”, un sentimiento que existía en la sociedad hace no tanto tiempo.

            Y la tercera, es la cobardía: la cobardía a enfrentarse, la cobardía a discrepar, la cobardía a oponerse. Una vez que una teoría, la que sea, consigue llevar el viento de cola, -y la de la eutanasia, en este momento, lo lleva-, nadie se enfrenta, nadie se opone, y el miedo que quién está dispuesto a aceptar la implantación de leyes de eutanasia parece no tener a la muerte, sí se lo tiene, en cambio, a la muerte civil en que consiste hoy día oponerse a los dictados de lo políticamente correcto. Por lo mismo que decíamos arriba: la muerte física la entrevemos a largo plazo, como mucho, a medio; la mirada desaprobatoria, el qué dirán, la crítica, la muerte civil en suma, ésa no espera, ésa es para ahora mismo, para ya.

           Parece que en gran parte de Occidente tendremos ley de eutanasia, faltaría más. Un amigo mío dice que la próxima será la ley que apruebe el canibalismo: puede parecer un disparate: más lo parecía, sin embargo, hace treinta años que no existieran dos sexos sino más de treinta, que el de eliminar a su hijo dentro de su propio vientre fuera nada menos que un derecho de la madre, o que estuviéramos aprobando leyes para matar personas que ni siquiera son culpables de delito alguno, y hoy, sin embargo, forman parte de nuestra más cotidiana realidad. ¡Qué le queda ya por hacer a esta sociedad instalada en la aberración!

            Que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Y no se dejen Vds. engañar: no ha hecho falta que llegue ningún partido político  para que empecemos a morir dignamente: eso lo hemos hecho durante toda la historia. Matar es indigno, morir es una de las más dignas acciones del ser humano: y la más democrática de todas, por cierto, que todavía no se conoce a nadie tan aristocrático como para haberse librado de hacerlo.
 

Luis Antequera/ReL 

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Ante ideología de género seguiremos en batalla hasta el final


“Seguiremos en esta batalla hasta el final”, afirmó Mons. Juan Ignacio González, miembro del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, respecto a la amenaza de las ideologías que envuelven principalmente dos proyectos de ley que se discuten hoy en este país: el proyecto de identidad de género y el proyecto de despenalización aborto.
 Respecto al proyecto de ley que “reconoce y da protección a la identidad de género” en Chile, Mons. González sostuvo que “como está concebida, más que ser una ley para solucionar problemas que pueden ser reales, de lo que se trata es una ley ideológica que se manifiesta en la definición de género que está contenida ahí”.
 El Obispo y también abogado dijo a ACI Prensa que “es una ley nacida de la influencia y de la exigencia internacional que nos preocupa, porque es un cambio antropológico grave que tenemos que lograr alertar al país como un punto delicado para la vigencia del ideal cristiano en que vive nuestra sociedad”.
 La ideología de género es una corriente que considera que el sexo no es una realidad biológica sino una construcción socio-cultural que diversos gobiernos intentan imponer a través de la educación de los niños y jóvenes.
 En esta línea, Mons. González sostuvo que “desde el punto de vista ético, no es aceptable decir que cada uno es lo que siente que es porque va contra la realidad, y también es inaceptable que se permita que un menor de edad pueda decidir su cambio de sexo sin conocimiento total y absoluto de sus padres”.
 Proyecto del aborto
El Prelado se refirió también al actual debate por el proyecto de aborto, impulsado por el Gobierno de Michelle Bachelet, que se encuentra en su segunda fase de tramitación en la Cámara del Senado y en el que Mons. González ha intervenido como representante de la Iglesia Católica.
Además de advertir que el proyecto como está establecido conduce al aborto libre, el Obispo destacó las distintas manifestaciones masivas en contra de la moción, “y eso más que verlo como una cosa de ganar una batalla, que podría ser una visión, es simplemente que la verdad se va imponiendo”.
Frente a estos dos proyectos de ley, los obispos “hemos pedido a los parlamentarios que sean capaces de ver lo que hay detrás de esto y seguiremos en esta batalla hasta el final”.
Esto, dijo el Prelado, lo harán para que los legisladores “se den cuenta de que no se pueden imponer leyes que van contra la idiosincrasia misma de nuestra concepción cristiana del hombre y de la sociedad”.

Por Bárbara Bustamante / SANTIAGO / (ACI).-

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miércoles, 18 de enero de 2017

10 cosas que hacen los padres (hombres) que aman a sus hijos: el dinero tiene poco que ver en ello


En una época de padres ausentes, hombres que no se comprometen, varones que siempre están en el trabajo o que temen dar el paso a la vida adulta y la alianza familiar, la web norteamericana AllProDad.com da consejos e ideas y también exhortaciones de varones a otros varones, para animar a los varones a ser buenos padres.

Son ideas que tienen que ver con las actitudes y las decisiones, y no con el dinero. También en circunstancias económicas complicadas es posible ser un padre amoroso que provee y participa en la familia.

Esta es una lista de esos consejos:
1.Los padres que aman…también aman a la madre de sus hijos
“Ama a tu esposa sin reservas… no hay nada mejor que puedas hacer por tus hijos. Si estás divorciado, trata a la madre de tus hijos con respeto, incluso si no es recíproco. Nunca devuelvas mal por mal”.

2.Los padres que aman a sus hijos lo hacen incondicionalmente
“Asegúrate de que tus hijos saben que les amarás siempre, no importa lo que pase. No confundas esto con permisividad. El amor incondicional no anima al comportamiento equivocado. De hecho, los hijos seguros del amor de sus padres tienden a rebelarse menos”.

3.Los padres que aman, maduran
“Los niños no quieren otro amigo, quieren un padre. Quieren alguien que piense las cosas, que tome las decisiones duras, que enfrente la vida con responsabilidad. Alguien fuerte con quien puedan contar”.

4.Los padres que aman, están ahí
“Está bien aportar tiempo de calidad, pero la cantidad de tiempo también importa. Haz tiempo para estar con tus hijos. Todo el mundo tiene solo 24 horas al día. Haz que cuenten”.

5.Los padres que aman, proveen
“Lo mejor que puedas. Aportar lo material cuando se pierde el empleo y llegan los tiempos duros puede ser difícil. Pero siempre podrás proveer un hogar estable de amor y afecto”.

6.Los padres que aman aportan disciplina
“Los niños aprecian la justicia, la imparcialidad, el rendir cuentas, y una disciplina empapada en amor.  Se llama ‘consistencia’. Sin límites claramente definidos es muy difícil crecer”.

7.Los padres que aman valoran la educación
“No te limites a leer para ellos; lee con ellos. Involúcrate en sus deberes escolares. No te limites a hablar de aprender: implícate personalmente”.

8.Los padres que aman a sus hijos los educan para, llegado el momento, sean independientes
“El objetivo sencillo de ser una familia y de criar a los hijos no es más complicado que esto: criarlos bien y equiparlos para que puedan dejar el hogar y establezcan vidas valientes, virtuosas y coherentes con los principios recibidos”.

9.Los padres que aman enseñan a sus hijos a tomar responsabilidades
“Los chicos que aprenden a esquivar responsabilidades y evitar consecuencias, tarde o temprano se caerán de bruces al suelo. Los padres amorosos se asegurarán de que sus hijos sepan cómo responsabilizarse, reparen lo que haga falta y sigan adelante”.

10.Los padres que aman enseñan a amar la vida
“La mejor garantía de felicidad en un niño es la felicidad en sus padres. Si aprendemos a amar a nuestro cónyuge, a la familia y en general, a la vida, y damos esa bendición a nuestros hijos, estaremos garantizándoles un buen futuro”.

web para los hombres que son padres: AllProDad.com

Se castigará al cristianismo por oponerse a las leyes de género



Alicia Rubio, autora del libro ‘Cuando nos prohibieron ser mujeres…y los persiguieron por ser hombres’ desenmascara la doctrina LGTB impuesta en España, “un monstruo al que difícilmente vamos a parar si no lo identificamos con claridad”.

Son pocas las personas que se atreven a alzarse en contra del adoctrinamiento impuesto por la ideología de género en los colegios y su intromisión -cada vez más palpable- en los distintos ámbitos de la vida pública, en muchos países del Primer Mundo y ahora de Iberoamérica.
Sin embargo, estas voces, amparadas bajo la evidencia científica, están ganando cada vez más peso e influencia en la sociedad. Voces que echan el pulso a los lobbies que pretenden imponer sus ideas y adoctrinar a los más pequeños, muchas veces escoltados por la ley, como ocurre en España. Una de estas personas que se han atrevido a poner en jaque al totalitarismo LGTB es Alicia Rubio, filóloga y profesora de educación física en un colegio público español desde hace 25 años.

El pasado mes de octubre, esta maestra publicó el libro titulado 'Cuando nos prohibieron ser mujeres...y os persiguieron por ser hombres', un ejemplar que pretende, desde su experiencia como docente, explicar cómo nos afecta la ideología de género. Alicia cuenta que el nombre del libro tendría  un tercer epígrafe que debía aparecer dentro pero que por error no se imprimió: “…y os utilizaron por ser niños”, la tercera “pata” que sustenta con sus sufrimientos esta doctrina.

Y hablando de los niños, las principales víctimas del totalitarismo LGTB, preguntamos a Alicia sobre la última imposición de la ideología de Género en su país, la Ley Cifuentes, y la manera en la que su contenido afecta a los más pequeños de los colegios de la Comunidad de Madrid, España.

"No se busca el respeto y la aceptación del diferente, máxima educativa vigente en todos los centros educativos desde siempre, sino la promoción de unos valores que son socialmente controvertidos, además de que se enseñan falsedades acientíficas y el fomento de la homosexualidad como una forma de sexualidad alternativa, deseable e incluso llena de ventajas (les dicen que no hay violencia de género en las parejas del mismo sexo, que no hay embarazos, que hay fondos públicos, ayudas, apoyos, días de celebración por ley, asociaciones, que es moderno y chévere…)".

¿El resultado?
El resultado es desconcierto, manipulación, vulneración de derechos fundamentales de padres y menores, desprotección de otros menores vulnerables y fomento de la homosexualidad.
Usted que es profesora y lo ve día a día, ¿cree que los niños entienden realmente estas ideas?
Los niños no tienen un bagaje ético y vivencial con el que contrastar lo que se les da como una verdad incuestionable en un aula, a la altura de la física, las matemáticas o la lengua. No entienden el objetivo último pero lo incluyen en sus verdades incuestionables sin ser capaces de valorar todas las consecuencias en sus vidas y sus elecciones personales de elegir unos valores y principios morales sobre otros. Y como toda esta ideología se sustenta en mentiras, manipulaciones y datos falsos, es imposible que sobre esos parámetros se consigan futuros adultos más libres más felices, y sociedades más igualitarias y justas.

¿Cuáles son, según su opinión, los aspectos más destacables de esa ley LGTB ya aprobada ?
Toda la ley es un despropósito que se fundamenta en una presunta discriminación de un colectivo (perfectamente amparado por las legislaciones como el resto de la ciudadanía) que faculta para “discriminarlo positivamente”, lo que implica en la práctica generar un grupo privilegiado y “discriminar negativamente” al resto.
Esto ya se está intentado en Iberoamérica con, por ejemplo, las leyes contra la homofobia, que no son más que una excusa para implantar la ideología de género, el homosexualismo, el transgenerismo. En psiquiatría, una fobia es un miedo irracional hacia algo, un trastorno psiquiátrico, afortunadamente poco común, pero tachando de homofóbico y transfóbico se califica a todo el que no está de acuerdo con ellos, en aceptar sus conductas y supuestos derechos, aunque se les respete como personas como cualquier ciudadano.
Con esas leyes, nos dan a entender que existe una verdadera discriminación...
Sí. Para conseguir la percepción social de maltrato y discriminación se necesita la manipulación de estadísticas y encuestas creando una “alarma social” que justifique la ley: la forma de conseguirlo es, como establece la “Ley Cifuentes”, encargar todo estudio y estadística sobre el maltrato a las personas LGBTI, a los lobbies homosexualistas, parte interesada que con la demostración de ese maltrato van a obtener cuantiosísimos fondos.

¿Podría decirse que se trata de adoctrinamiento bajo apariencia de lucha contra la discriminación?
Sí, es adoctrinamiento y con unos objetivos claros que no son los expresos y loables de la “no discriminación” y el “no maltrato”, sino de reingeniería social que viene claramente determinada y explicada en numerosos libros de ideólogas feministas “de género”.

¿Y qué ocurre con el término 'homofobia', tan empleado por estos lobbies?
La disidencia a todo este montaje se “controla” mediante el delicuescente y poco claro delito de homofobia, una figura legal que queda depende del denunciante y el juez, mientras se eliminan el derecho a la libertad de expresión, opinión y culto, y el derecho a la presunción de inocencia con la perversa “inversión de la carga de la prueba”: el denunciado ha de probar su inocencia. Esto supone que en cualquier conflicto laboral o de mera convivencia ciudadana en el que se vea afectado un miembro del colectivo privilegiado, se deberá demostrar que no ha habido homofobia sino meros motivos laborales o una trifulca por un aparcamiento.

¿Hay censura para los que piensan diferente?
Sí, naturalmente que hay censura. El delito de homofobia impide pensar diferente porque no es sólo que aceptes que cada cual haga con su vida lo que quiera y que está garantizado en una sociedad democrática, sino que tienes que aceptar, aplaudir y permitir el fomento de la homosexualidad de forma acrítica. Ahora empieza la censura económica, pronto se ampliará a otras penas porque la manipulación de datos determinará que la discriminación es cada vez mayor y se exigirá más mano dura y más fondos públicos.

¿Cómo se castiga a los "disidentes"?
Las cuantiosas multas por unos “actos de homofobia”, que no eran ni faltas y pasan a “delitos penados económicamente”, homofobia que puede apelarse en cualquier controversia entre un privilegiado y un heterosexual, terminan por eliminar toda resistencia a la ley. Otro problema es que la ley beneficia al famoso colectivo en todos los ámbitos y crea un órgano LGBTI plenipotenciario y transversal a todas las concejalías de la CAM para aplicar y controlar la implantación y el cumplimiento de la ley.

En su capítulo educativo, con la legalización del adoctrinamiento en ideología de género a los menores, el hecho de negarse (padres o docentes) a esta medida totalitaria o a celebrar el día contra la LGTBIfobia o del orgullo gay, se les aplica el delito de homofobia, para que aprendan otros disidentes.

En los últimos meses hemos sido testigos de la persecución del lobby gay al director del colegio Juan Pablo II o a los obispos que arremetieron contra la ideología de género. ¿Se podría llegar a prohibir, por ejemplo, la difusión de la doctrina católica por considerarla discriminatoria?
La doctrina católica y otros cultos de raíces cristianas que tengan objeciones al homosexualismo como sexualidad preferente, serán castigadas y erradicadas por oponerse a los neoderechos, y las leyes “de género”. La cristianofobia que empieza a respirarse, la culpabilización a la Iglesia de todos los males pasados, presentes y futuros de los homosexuales, que faculta y autoriza para realizar todo tipo de atropellos, es el comienzo de la persecución del disidente. El “contagio del estigma” caerá sobre el que trate de apoyarla.

¿Atenta esta ideología contra los principios de la biología?
No es que atente, es que la niega completamente. La ideología de género se fundamente en una parte de la naturaleza humana, la cultural, negando la parte biológica y todo lo que nos condiciona después de millones de años de evolución exitosa. La supervivencia de la especie humana se ha fundamentado, como la inmensa mayoría de las especies superiores con una dicotomía sexual que implica una diferencia de funciones.
El que nuestras sociedades busquen una deseable igualdad en derechos y dignidad de los sexos es una construcción cultural, no biológica que, cuando se trata de aplicar a la biología negando sus objetivos últimos, que no es la igualdad sino la supervivencia de la especie y el éxito evolutivo de millones de años, termina generando todo este desconcierto. No son objetivos contrapuestos pero no son extrapolables.

¿Cómo ha dañado la ideología de género a la mujer?
De muchas maneras. Nos ha hecho ver despreciable todo lo que caracteriza a la mujer, desde los condicionantes físicos a los rasgos psicológicos, desde los gustos a las capacidades, desde los intereses a las percepciones, desde la maternidad a las formas femeninas tendentes a las curvas. Nos ha engañado sobre lo que somos y lo que podemos ser de forma que nos crea frustraciones innecesarias, y por último nos ha vendido una sexualidad promiscua y no selectiva, para ser igual que los varones, y que exige no tener “consecuencias indeseables” (maternidad). Y para que no sucedan esas “consecuencias” el engaño viene acompañado de una maleta de medicamentos llenos de contraindicaciones que deterioran la salud…, y un “derecho” al aborto que elimina a un ser humano y deja heridas a muchísimas mujeres. Finalmente, nos han empujado a la infelicidad afectiva que muchas mujeres viven por haber enfocado las relaciones sentimentales como una lucha de sexos y no una colaboración llena de amor recíproco.

Y, ¿qué ocurre con el feminismo?
Hace tiempo que el feminismo está dirigido por mujeres lesbianas, con la común característica de odiar a los hombres y cuyos intereses no tienen nada que ver con los de la mujer real. Y eso lo percibimos muchas mujeres que no nos sentimos representadas por esos lobbies y que tenemos una percepción de la realidad y la vida completamente diferente a la que nos cuentan y tratan de imponernos.

¿Cuál es la razón por la que el lobby LGTB está ganando terreno en todos los ámbitos de la vida pública?
Los lobbies homosexualistas unidos a los lobbies feministas tienen controladas las políticas de la ONU y, ahora, también de la UE. Llevan muchos años infiltrando organismos internacionales y, por ello, recibiendo cuantiosas subvenciones porque desde sus puestos de control han impuesto políticas de apoyo y fomento de sus propios grupos. El dinero público fluye desde los países a los organismos internacionales, con el “plus moral” de ayuda a instituciones de prestigio en políticas de empoderamiento femenino y no discriminación.

Parece todo una conspiración propia de un libro de ciencia ficción...
Los organismos internacionales lo devuelven a los países donantes con el objetivo y la condición de que sea utilizado en políticas “de género” mediante convenios y recomendaciones sin valor legislativo que firman y ratifican los países receptores. Una vez se añaden más fondos públicos nacionales, los lobbies tienen organizadas redes de captación de todo ese dinero, que utiliza en manipulación de información, inclinar voluntades políticas, campañas en los medios que los fidelizan para publicar ciertos contenidos… La trama está perfectamente organizada.

¿Quién está detrás de esta ideología y del lobby LGTB?
Se habla del Nuevo Orden Mundial, directrices sobre la constitución de un mundo pretendidamente mejor, emanadas de entes supranacionales, e incluso suprapolíticos. Aunque suene a una ciencia ficción, lo cierto es que esas directrices, muchas de ellas publicadas en cumbres políticas de población y de otros ámbitos de la ONU, se están cumpliendo a rajatabla. Sólo puedo asegurar mi convicción de que nada de esto es por casualidad y que obedece a un plan perfectamente orquestado.

¿Hay algún partido político que se oponga a esta doctrina?
Sorprendentemente, o a lo mejor no es tan sorprendente pero sí lamentable, todos los grandes partidos, ya sea por buenismo y haber comprado las manipulaciones del género o por intereses espurios relacionados con la obtención de fondos, están implantando estas políticas de reingeniería social a expensas de los derechos humanos fundamentales de la población. De hecho, lo mismo que uno de los grandes partidos españoles está completamente dedicado a los intereses (y a la recepción de los fondos) del lobby feminista, otro de los grandes partidos esta infiltrado completamente por el lobby homosexualista y creando sus redes clientelares y sus legislaciones favorables. Solo Vox se enfrenta a esta ideología, su reingeniería social, su manipulación, la compra de medios de comunicación y el saqueo de fondos públicos. Por eso soy de VOX.

¿Qué es lo que más teme de la ideología de género?'
Temo todo.

¿Por qué?
Porque lo que empezó como una locura irracional que seguían algunos grupos de feministas victimistas y vengativas con base en teorías marxistas de lucha de clases, aplicado a la estructura familiar (hombre-opresor, mujer-oprimida) ha resultado un perfecto instrumento para controlar población, dinero público y vidas particulares de forma que ahora, con un inmenso poder tanto económico como legislativo, se inmiscuye en nuestras casas y en nuestras camas para imponernos una moral estatal que a muchos no nos gusta, ni nos hace felices. Una moral estatal que vulnera derechos humanos fundamentales para entronizar unos extraños neoderechos que generan injusticias y crean castas privilegiadas. Y una moral estatal que tiene en su punto de mira a los menores, como todos los totalitarismos, para adoctrinarlos por su falta de defensas éticas y vivenciales y porque, una vez “modelados”, el proyecto estará definitivamente implantado.
Si a esto se añade que por su origen marxista, el fin justifica todos los medios, y la manipulación y la mentira se consideran armas revolucionarias perfectamente legítimas, nos encontramos con un monstruo al que difícilmente vamos a parar si no lo identificamos con claridad.

A.Martínez-Bordiú / Gta.

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