viernes, 12 de julio de 2019

Entrevista a Francisco Luzón contrario a la eutanasia



Es un exbanquero, enfermo de ELA y presidente de la fundación homónima que asegura “Amaré la vida hasta el último segundo”

Francisco Luzón, un exbanquero, enfermo de ELA (esclerosis lateral amiotrófica), y presidente de la fundación homónima que, según él mismo afirma: “No hablo, no puedo oler, no me muevo, pero sueño y quiero despertar mañana”. El entrevistado hace un canto a la vida y a la dignidad de su estado a pesar de sus circunstancias.

En la entrevista, a la pregunta del periodista “¿Qué es la esperanza para un hombre desesperado?”, Luzón afirma que “La esperanza es el sueño del hombre despierto. Sueño con que la ELA sea curable y, mientras, que los enfermos sean tratados con la dignidad que merece la persona en el tramo final de su vida. No soy un hombre desesperado“.
La entrevista prosigue:

P. ¿A qué credo o clavo se agarra para abrir los ojos cada día?
R. Creo en Dios. Me parece que el cosmos y la vida sin él no tienen sentido. Cada mañana agradezco a Dios el nuevo día.

P. ¿Para qué sirve el dinero cuando no sirve de nada?
R. No es cierto. Ahí está el caso de Amancio Ortega y el mío. He creado una Fundación para ayudar a mis compañeros con ELA. El dinero es como el estiércol: de nada sirve si no se esparce.

El periodista le interroga sobre si, en su estado, hay placeres en su vida: “Pocos. Disfruto del disfrute de los míos. Sin ellos no viviría” y añade: “La vida es amor. No como, no hablo, no huelo, no me muevo, pero amo y sueño. Amaré la vida hasta el último segundo”.

“Ha elegido vivir -afirma el periodista-. Podía no haberse hecho la traqueotomía y acabar con su sufrimiento, pero, ¿le gustaría, simplemente, no despertar mañana?”
“Siempre quiero despertar mañana. Plantaría un árbol aunque el mundo se acabara mañana”, afirma Luzón.

El País / ForumL. 2019

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