La soledad emocional, protagonista en la era de la comunicación global
Por poner un ejemplo: en España más de 3 de cada 10
personas de entre 20 y 39 años padecen soledad emocional; entre los mayores de
65, el porcentaje llega al 40%, según un estudio (Soledad y riesgo de aislamiento social en las personas
mayores) de la Obra Social “la Caixa”
“La soledad es un problema relevante para toda la población,
especialmente para las personas mayores, aunque es una cuestión de la que se
habla poco, que se disfraza y se diluye en la vida cotidiana”, afirma en sus
conclusiones un informe elaborado por Obra Social “la Caixa” (Esp.).
Soledad emocional y social en todas las edades
La gran mayoría de encuestados considera que la soledad es
un problema importante entre las personas mayores (8,9 puntos sobre 10); pero,
sin embargo, en gran medida, esas personas no conocen casos de soledad, lo que
significa que la soledad es un fenómeno que se queda en la esfera de lo
privado.
En cualquier caso, “la soledad prevalece en todas las
edades, se incrementa a medida que pasan los años y se agrava especialmente a
partir de los 65 años, cuando la red social de amigos empieza a romperse”,
insisten los responsables del estudio.
Hay que resaltar que la encuesta constata los altos niveles de soledad en todas las
edades: el 34,3% de los individuos de entre 20 y 39 años presenta soledad
emocional (relacionada con la falta de relaciones significativas), y el 26,7%,
soledad social (que hace referencia al sentimiento de pertenencia a un grupo),
como se puede observar en este gráfico, reproducido a partir del estudio.
Esta realidad resulta más alarmante en personas de más de 65
años (el 39,8% presenta soledad emocional, y el 29,1%, soledad social) y en
mayores de 80 años (el 48% presenta soledad emocional, y el 34,8%, soledad
social), como muestra el gráfico.
Con la red familiar, menos aislamiento
Otro aspecto que destaca el informe es que, ante la soledad
y con independencia del género y la edad, la red familiar aporta un nivel más
elevado de apoyo. En cambio, la red de amigos conlleva un riesgo de aislamiento
más elevado.
De hecho, la red familiar muestra una evolución de riesgo de
aislamiento que se mantiene alrededor del 10% en los rangos de edad que van de
los 40-64 años hasta los 65-70. A partir de estas edades crece ligeramente sin
llegar al 15%, como muestra este otro gráfico.
Por el contrario, partir de los 65 años, la red de amigos se
empieza a romper (27,7%), lo que se acentúa a partir de los 80 años (45,5%). El
informe considera que este hecho compromete el apoyo a las personas que viven
en soledad, en especial en las personas más mayores.
Al mismo tiempo, el informe concluye que el riesgo de
aislamiento de la red social de amigos es mayor cuanto más bajo es el nivel
educativo. En concreto, las personas sin estudios tienen el 37% de riesgo de
aislamiento social, mientras las personas con estudios superiores tienen el
6,6% de riesgo.
También destaca que el riesgo de aislamiento por pérdida de
la red social de amigos es superior en los hombres que en las mujeres, ya que
en ellos empieza a aumentar entre los 40 y los 64 años; y, en las mujeres,
entre los 65 y los 79. En este sentido, se apunta que las mujeres tienen una
red social más amplia y de mayor calidad que los hombres.
En su conjunto, las conclusiones del estudio consideran que el fomento de las relaciones sociales es
crucial para disminuir la sensación de soledad entre las personas, y alerta
de la importancia de actuar contra el aislamiento, que podría ir en aumento en
los próximos años debido a factores demográficos.
Los riesgos de las nuevas formas de comunicación
En relación a todo ello, cabe advertir de los riesgos que conllevan las nuevas formas
de comunicación social y el auge de las nuevas tecnologías.
De hecho, el contraste entre el aumento de soledad emocional
de la población y el avance de la comunicación digital en el mundo tiene que
ver en buena medida con una pérdida de
la conversación real y de las relaciones humanas tradicionales.
En opinión de la socióloga y psicóloga Sherry Turkle, que
lleva treinta años investigando los efectos de las nuevas tecnologías en la
sociedad, el progresivo aislamiento y la
pérdida de la conversación son dos de los riesgos del auge digital.
Asimismo, van surgiendo nuevas formas de relación digital
entre los jóvenes, como el fenómeno del ‘Hikikomori’, un término japonés que
significa “estar al margen” y que lleva a los jóvenes a recluirse en casa, refugiándose en un mundo de relaciones
virtuales rodeados de ordenador, videoconsola y móvil.
Estas nuevas formas de comunicación entre los jóvenes y no
tan jóvenes llevan aparejados en ocasiones comportamientos que, antes o
después, pueden ser caldo de cultivo para padecer soledad emocional o social.
Víctor Ruiz /ForumL. 2019
Etiquetas: Sociedad
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