lunes, 10 de septiembre de 2018

¿Cómo afecta el embarazo a los hombres?


Pasan por ciertas reacciones químicas cuando saben que serán padres.
  
Un estudio publicado en 2001 por la revista «Mayo Clinic Proceedings» demostró que los futuros padres presentan mayores niveles de estradiol (un tipo de estrógeno) y menos de testosterona que los hombres que no esperan hijos. Es más, los varones cuyas parejas están embarazadas experimentan cambios hormonales que se activan simultáneamente a los de la mujer gestante y que, en algunos casos extremos, llegan a producir síntomas físicos como náuseas y aumento de peso. El estradiol es una sustancia que interviene en el comportamiento maternal de las mujeres, de los primates no humanos y de otros mamíferos. Hasta ahora, no se había detectado en ningún animal, que los machos también respondieran a la paternidad con aumentos significativos de esta hormona. Curiosamente, el estradiol parece ser un elemento clave en la prepaternalidad (periodos de embarazo), ya que en el último mes antes del parto, sus niveles tienden a regresar al estado normal. ¿Es que la naturaleza está intentando preparar al hombre para que sea un buen padre?

Síntomas en los padres
Para responder a esta pregunta, sería útil conocer cómo se comportan otras sustancias químicas del cuerpo del varón ante la inminencia de la paternidad. Los glucocorticoides, hormonas de la familia del cortisol, descienden considerablemente cuando el hombre sabe que va a ser padre. Se ha demostrado que las personas que viven en pareja estable y disfrutan de mayor refuerzo social o familiar presentan menores niveles de esta sustancia que las que viven solas o en parejas inestables. En el último mes de embarazo de la mujer, se aprecia un incremento en la cantidad de glucocorticoides de su compañero, quizá como respuesta al aumento del estrés y la aprehensión propios de esos momentos tan trascendentes para su vida.
Además de estos cambios, el cuerpo del varón que va a ser padre experimenta otras transformaciones relacionadas con el estado de su pareja. Por ejemplo, un estudio de la doctora Anne Storey, de la Universidad de Newfoundland en Canadá, ha demostrado que los pre-papás sufren un aumento de las cantidades detectables de prolactina. La doctora Storey especula con la posibilidad de que el estado de gestación de la mujer genere ciertas señales que indican al cuerpo del varón que ha de prepararse para tener una criatura en casa.

Jorge Alcaide / La Rzn. 2018

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