Una especie de infanticidio, es promovido por la agenda género global
Desde Italia a Portugal, hasta los Estados Unidos, el “diktat de género” está en el orden del día y se suceden unas a otras las noticias locas que, día a día, registran saltos hacia adelante de la que constituye una verdadera y auténtica revolución antropológica que tiene en los niños su primeras e indefensas víctimas.
En Italia, hace pocas semanas se liberó el camino para cambiar de sexo en caso de trastorno de la identidad de género. Como informó al respecto el cotidiano La Verità, de hecho ha llegado el dictamen favorable de la Comisión técnico científica de la Agencia italiana del Fármaco (AIFA) – según la cual la pubertad sería «incongruente con la identidad de género» – y por ello la persona denominada “gender variant”, que tenga un diagnóstico de un experto en salud mental y del consenso informado del interesado y de sus progenitores, podrá solicitar la triptolerina, un remedio a cargo del servicio sanitario nacional, capaz de “congelar” la pubertad a la espera de “tiempos mejores” del punto de vista de la toma de conciencia de la propia identidad sexual.
Gracias a la ingesta de dicho fármaco, cuyo principio activo se utiliza para curar algunos tipos de tumor (cáncer de próstata y de mamas, por ejemplo), el adolescente afectado por “disforia de género” verá de hecho inhibida la secreción de la gonadotropina con la consecuencia de ir suprimiendo las funciones testiculares y ováricas, retardando el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios.
Con la aprobación de la prescripción de dicha medicina para adolescentes, la AIFA recoge la petición de algunos “especialistas” en la materia, entre los cuales el presidente de la Sociedad Italiana de Endocrinología, Paolo Vitti, de la Sociedad Italiana de Andrología y Medicina de la Sexualidad, Alberto Ferlin, de la Sociedad Italiana de Endocrinología y Diabetología Pediátrica, Stefano Cianfarani y del Observatorio Nacional sobre la Identidad de Género, Paolo Valerio, para quienes – de acuerdo a lo políticamente correcto de los días de hoy- legitimar los fármacos que bloquean la producción de las hormonas sexuales de la pubertad eliminaría los actos de bullying: «una crucial intervención precoz cuyo objetivo es limitar los actos de bullying homotransfóbico y de aislamiento social».
De Portugal llega por el contrario la noticia de que el Parlamento de Lisboa aprobó, con 109 votos a favor sobre 230 votantes, una nueva legislación en materia de cambio de sexo por la cual las personas “transgénero” podrán determinar el propio sexo, diverso del de su nacimiento, al cumplir 16 años de edad y sin la necesidad de presentar ningún informe médico. En el lapso de pocos años, desde el 2011 a los días de hoy, Portugal pasó de no tener ninguna legislación en la materia a ser uno de los países europeos con la normativa más “avanzada” en materia de “derechos” a la autodeterminación para las personas transgénero, siguiendo a Malta, Noruega, Dinamarca, Irlanda y Bélgica. Hasta el 2011 Lisboa no tenía de hecho ninguna norma sobre el “cambio de sexo”, posteriormente fue introducida una nueva normativa que aún presuponía el diagnóstico psiquiátrico de trastorno de la identidad de género y el haber alcanzado la mayoría de edad. Hoy, con las nuevas normas recién aprobadas, dichas condiciones dejan de existir. La diputada del Cds-Pp Vania Dias da Silva criticó duramente la ley, destacando lo absurdo de dejar en manos de los menores una decisión tan importante y delicada: «Los de dieciséis años no pueden casarse, ni conducir y ni siquiera beber alcohol, no pueden por lo tanto tomar una decisión de consecuencias tan graves y definitivas».
La tercera historia llega finalmente de los Estados Unidos donde una pareja, Kyl y Brent Myers, anunció que no deseaba revelar el sexo del propio hijo de nombre voluntariamente neutro, Zoomer, ya que decidieron criarlo de acuerdo a un método de “género creativo”. El objetivo, han hecho saber los padres, es el de «liberarse de los estereotipos» en orden a que, «será él/ella a elegir en cuál sexo reconocerse, cuando sea capaz de expresarse». Por ello, cuando se dirigen a Zoomer usan el pronombre they (ellos o ellas), dado que, explica Kyl en Instagram, «en inglés puede ser utilizado también para indicar el género neutro». Entrevistada por el Huffington Post, la madre del niño, en medio de la descabellada “experiencia de género” de su propio hijo, así explicó las “razones” de su elección: «Decidí no asignar un sexo a Zoomer. (…) Voy a esperar que elija sola/o, con cual de los dos identificarse, lo cual sucede alrededor de los tres o cuatro años, cuando la mayor parte de los niños comienza a indicarse a sí mismo con un pronombre masculino o femenino».
Las tres historias que narramos revelan cómo está en marcha una gran ofensiva global ejercida contra los niños cuya infancia está siendo irremediablemente pisoteada en nombre del moderno diktat de la indiferencia sexual.
Adoptar y promover el método “género creativo”, como una “conquista de civilidad”, constituye, en realidad, una inadmisible violencia sobre los menores de edad a los cuales les está siendo extirpada por la fuerza, la ley natural, impresa en su propio corazón y en su propia mente…, para reconstruir un nuevo niño reeducado y alineado al nuevo modelo sexual “gender fluid”.
En esta perspectiva, la “agenda género” mundial es responsable de un verdadero y real infanticidio cultural y moral, que a diferencia del aborto, no mata el cuerpo sino el alma de los niños, con consecuencias devastadoras.
Lupo Glori, Correspondencia romana | 2018
Etiquetas: Ideología de Género
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