viernes, 1 de diciembre de 2017


Entre los países que guardan estricta observancia de los dogmas de la “posmodernidad”, Suecia ocupa un lugar prominente. Ya se han abordado prolijamente tanto la cuestión de la sumisión al islam, que se ha llegado a concretar en una aceptación – más política que social – de la poligamia, como la imposición de la ideología de género en todos los ámbitos de la vida civil, desde el escolar hasta el laboral.

En este sentido, se ha publicado en el país un libro dirigido a preescolares que abiertamente promueve la transexualidad y el trans-especifismo. Así, sus protagonistas son un hombre que se viste como mujer cuando regresa a casa de trabajar y un caballo que se considera perro. Ambos conviven en una casa en la que la realidad biológica es supeditada al sentimiento, lo cual es un absurdo.

La autora de esta nueva publicación, que ha sido acogida con alborozo por cierto sector ideologizado de la comunidad académica sueca, es la profesora universitaria de “biología” Susanne Pelger, que constituye un lamentable ejemplo de cómo ciencias como la biología, se supeditan a algo tal subjetivo como el feminismo radical o la ideología de género. Dicha autora ha manifestado su convencimiento de que el mentado libro ayudará a niños y preescolares ‘a ser lo que ellos quieran ser’ (un sofisma, porque ¿cualquiera puede en la monarquía sueca ser lo que se quiere ser…, rey por ejemplo?).

En una entrevista concedida a un canal de televisión sueco, Pelger ha asegurado que el origen de su idea de escribir un libro de este cariz se halla en una conversación que mantuvo con algunos alumnos de la Universidad de Lund que se habían sometido a operaciones de “cambio de sexo” (algo que no existe, biológicamente hablando, es imposible el cambio de sexo, ¿cómo una supuesta bióloga no lo sabe?). Asimismo, en esta línea, la escritora ha señalado – como motivo para publicar su obra – que la transexualidad continúa siendo un tema tabú, pese a que la homosexualidad ya se haya “normalizado” por imposición, entre los niños.

Con objeto de justificar la línea argumental de su cuento infantil, la bióloga ha abundado en las premisas básicas sobre las que descansa la ideología de género. Dice que ‘sólo porque tengas cromosomas XX o cromosomas XY, tu género no está determinado, hay otras variantes (por supuesto que está determinado, o debería. En una sociedad sana, dichas variantes se integran al todo de ser hombre o mujer, claro que hay personas que tienen problemas con esto, pero para eso está la psicología y la tolerancia, no la promoción arbitraria de cualquier desviación de la sexualidad humana). Tanto las hormonas como el ambiente y la personalidad desempeñan un papel importante. Es una cuestión muy compleja’, ha asegurado Pelger, que considera indispensable que a los niños se les inculquen estas deletéreas convicciones.

Una cuestión generalizada
Este afán de las autoridades suecas por imponer la ideología de género en las escuelas ha acarreado consecuencias muy concretas; no ha sido inocuo. De esta manera, tal y como relata Breitbart London, se ha registrado un notable incremento del número de infantes que, inconscientemente, desean tornarse en transgéneros, y los padres, atemorizados por lo “políticamente correcto”, no se atreven a orientarlos. De acuerdo con el psiquiatra Louise Frisén, el aumento es de aproximadamente el 100% cada año.

Canadá es otro país en el que la agenda LGTB es impuesta desde instancias políticas. Así, hace pocas semanas se aprobó en Ontario una ley que permitiría al Gobierno arrancar a los niños de sus familias en caso de que éstas no les autorizaran a someterse a la denominada ‘transición de género’.

No obstante, tampoco hemos de ir muy lejos para percatarnos del gran poder de que gozan los promotores de la ideología de género (porque sus ideas convienen a determinadas corrientes internacionales muy poderosas: feminismo radical, marxismo cultural, neoliberalismo, neomalthusianismo, laboratorios de fármacos, etc.). En la comunidad de Madrid, España, por ejemplo, los niños (ya estudien en colegios públicos o privados) reciben, por ley, lecciones impartidas por personas designadas por asociaciones LGTB, en las que se les enseñan los preceptos de la referida dañina ideología.

Julio Llorente  / Gta., 2017 

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1 comentarios:

A las 17 de enero de 2019, 7:38 , Blogger Unknown ha dicho...

Como seres humanos e hijos de Dios todos tenemos la dignidad de personas que deben ser amadas y respetadas en sus sentimientos, no ser ofendidas ni menospreciadas por sus condiciones o diferencias; pero de allí a promover, imponer a la fuerza la ideología de genero, hay una gran diferencia. No se puede aceptar que se le quite el derecho a los padres de educar y orientar a sus hijos en sus creencias y valores. Un cristiano no puede ser indiferente ante esta realidad, que está sucediendo en las leyes de muchos países ,donde ya se imparte lecciones del LGTB, que van contra los más elementales principios establecidos en la Biblia, en la ley natural, en los principios biológicos éticos y cistianos. Por lo cual los padres católicos no podemos ser indiferentes ante esta realidad, porque pecamos de omisión y responderemos ante Dios por no practicar el 4to mandamiento, que nos manda orientar y formar a nuestros hijos como hombres y mujeres de bien, enseñándoles y promoviendo las doctrinas de nuestra Madre Iglesia y hacer que nuestro hijos nos respeten.
María Dos Remedios, madre de cinco (5) por la Gracia de Dios.

 

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