Cuando era ministro de Salud en Chile, apoyaba algunos abortos; hoy ninguno, ni en casos límite
El médico y profesor Jorge Jiménez de la Jara lo explica.
“Este
nieto que tengo aquí tiene nueve meses y estuvo a punto de ser abortado“,
dice el ex ministro de Salud Jorge Jiménez de la Jara, a sus 71 años, mientras
contempla el fondo de pantalla de su computador.
“A mi hija que vive en Estados Unidos le detectaron durante el
embarazo que tenía muy elevada una proteína que se asocia a la espina bífida.
Eso podía hacer que no se cerrara el canal neural (y las últimas vértebras de
la columna) y en consecuencia que el niño naciera con parálisis en las piernas
o dificultades para caminar. Por eso le
ofrecieron abortar”, confiesa el militante DC, ex ministro de Salud en
Chile con Patricio Aylwin.
Pediatra y actual profesor de la Escuela
de Salud Pública de
la Universidad Católica -donde compartió espacio con la ex ministra Helia
Molina-, revela que su
pensamiento ha evolucionado respecto del aborto.
Hace 20 años, cuando
era parte del primer gobierno de la Concertación en Chile, decía estar abierto
a practicarlo en algunos casos.
Hoy, lo rechaza completamente.
El debate sobre el aborto terapéutico cobró fuerza luego de que la
ministra Molina renunciara tras afirmar que en “las clínicas cuicas” [de
ricos o esnobs, en lenguaje informal en Chile] se practican abortos,
momento en el cual además el Gobierno anunció que este mes de enero mandará el
proyecto de ley sobre el tema.
-La ley chilena no permite ningún tipo de aborto, ¿está bien?-Es
adecuada, aunque me hace ruido que las madres que cometen aborto sólo por
evitar el embarazo tengan que irse presas. No tiene sentido. La
persona que practica el aborto pone el cuchillo, no la mujer, que
puede estar en una situación sicológica de desamparo.
-¿Y cuando el feto es inviable?
-El aborto es un acto en que la mujer nunca sabrá cómo iba a ser
ese niño, no lo va a ver… y tiene que verlo. Conozco casos de mujeres que nunca
han visto a sus hijos cuando nacieron y que después han muerto;
esas mujeres quedan
con un vacío enorme por no haber podido verlo. Es como los desaparecidos, pasa
lo mismo que la desaparición de un cuerpo. La gente que nunca más vio a su hijo
porque lo secuestraron y luego lo asesinaron (como en México, Argentina o aquí)
queda con una herida para siempre.
Jiménez sabe bien de lo que está hablando.
“Yo perdí
un hijo de 29 semanas que nació prematuro porque tenía RH
negativo. Yo lo recibí y traté porque era pediatra del Roberto del Río, pero mi
señora casi no lo vio, apenas cuando lo sacaron en la cesárea y
luego cuando murió. Para nosotros fue un drama. Para mí fue terrible porque
murió en mis brazos, pesaba un kilo 400 gramos e hicimos todo lo posible, pero era
1974 y no había respiradores“, recuerda.
Y agrega: “Pero mi señora tuvo un daño mucho mayor, porque ella
nunca lo vio. Si uno hace una comparación, es como
que lo secuestraran y quedó desaparecido. Es preferible ver al niño y
acompañar a los padres en el proceso de dar a luz un niño no viable, porque el
duelo es necesario. Esperar a que se muera es mucho más humano que
abortarlo. Eso, antes que hacer el raspado y botar los restos
humanos a la basura, porque eso es lo que pasaba. Yo
trabajé en la Maternidad del José Joaquín Aguirre y ahí los abortos se iban a
la basura”.
Jiménez, quien está trabajando en temas de bioética, cree que “la
presentación de esta ley va a ser una
oportunidad para educar. El argumento es que el 70% de la opinión
pública está a favor del aborto terapéutico, pero todos
sabemos que las encuestas no representan una reflexión adecuada”.
-¿Cuándo empieza la vida?
-Cuando
ocurre la primera segmentación del óvulo fecundado, que puede que no
esté implantado todavía. Ahí hay una discusión, porque antes se decía que la
vida comenzaba recién con el implante del óvulo, pero existe la posibilidad de
que el óvulo fecundado no se implante y ni siquiera sea un aborto, sino un no
implante. Eso ocurre mucho en la vida procreativa de una mujer.
-En el caso de violación, ¿también rechaza el aborto?
-Si hay una niña de 13 años que fue violada… el
daño ya está hecho: la violación y el embarazo. Y agregarle un aborto a esa
niña es más complicado.
-El Gobierno en esta materia quiere retomar la postura de la época
de Frei Montalva y usted, aun siendo DC, no lo comparte.
-En esa época se buscaba evitar el aborto clandestino porque la
mortalidad de mujeres por ese hecho era el mal mayor y el mal menor era
prevenir esa mortalidad. Además, fue
antes de la encíclica Humane
Vitae (que se opone al aborto). Lo importante es
preservar el criterio de las personas para que puedan tomar decisiones
adecuadas, más que estar siempre reglamentados por un juez o por una autoridad.
De hecho, dice mirando su computador, “si
mi hija hubiera dicho abortemos, porque no podemos permitir el riesgo
de tener un hijo con este problema , hoy
no tendría esta maravilla de nieto”.
TRAYECTORIA
Médico cirujano de la Universidad de Chile (1968).
Ministro de Salud de Patricio Aylwin (1990-92).
Profesor del Departamento de Salud Pública de la Universidad
Católica.
Autor del libro «Angelitos
salvados», sobre el avance en el control de la natalidad en Chile.
Etiquetas: Aborto
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