La sexualidad y la anticoncepción en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
En la Agenda para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas se menciona en varias ocasiones el “acceso universal a la salud reproductiva”, que incluye la anticoncepción, aborto y feminismo radical (empoderamiento, sexualidad “libre”), LGTB (como forma de limitar la procreación, lo vemos en los programas de educación sexual de los niños, donde se les induce a la masturbación y a probar experiencias con el mismo sexo). Un informe elaborado por Voice of the Family (1) explica cómo este término (Salud Sexual y Reproductiva) hace referencia, inter alia, al acceso al aborto y la anticoncepción, entre otras cosas.
El 25 de septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobaba la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en la que se incluían 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y 169 metas (2). Entre estos objetivos se menciona en varias ocasiones el “acceso universal a la salud reproductiva”.
En el Objetivo 3 de esa lista se incluye garantizar, de aquí a 2030, “el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y educación.”
De igual manera, el Objetivo 5 -“Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas”- establece que se deberá “asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen.”
¿Pero qué significan o qué implican realmente los términos “salud sexual y reproductiva” y “derechos reproductivos” o formulaciones similares utilizadas con frecuencia por la ONU, gobiernos y agencias internacionales? Un informe elaborado por Voice of the Family (1)explica que “el término acceso universal a la salud sexual y reproductiva incluye el acceso universal al aborto y la anticoncepción”.
Este informe señala que la definición de “salud reproductiva sexual y derechos reproductivos” aceptada por los estados miembros de las Naciones Unidas -con algunas excepciones- se encuentra en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de las Naciones Unidas en el Cairo (1994).(3)
En este documento, la anticoncepción es considerada una parte integral de “la salud reproductiva”. En el punto 7.10, por ejemplo, se afirma que “los países deberían dar más prioridad a los servicios de salud reproductiva, incluida una amplia gama de medios anticonceptivos”.
El apartado 13.14 de este documento establece que el “aborto es un componente básico de los servicios sanitarios reproductivos”. Asimismo, el punto 8.25 acepta el aborto en jurisdicciones donde “no está en contra de la ley”, y donde es “seguro”.
Este punto se vuelve a plantear en el capítulo IV, sección C, punto 106 k de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (4), que también promueve la anticoncepción, como se puede apreciar, por ejemplo, en la siguiente medida que deben adoptar los gobiernos: “Asegurarse de que exista una oferta permanente de medicamentos de calidad, anticonceptivos y suministros y equipo de otro tipo, sobre la base de la lista de medicamentos esenciales de la OMS.”
La OMS considera el aborto parte de la ‘salud reproductiva’
También la Organización Mundial de la Salud -organismo dependiente de Naciones Unidas-, considera el aborto como una parte integral de la “salud reproductiva sexual”(5).
La OMS incluye como parte de su trabajo el “desarrollo de normas, herramientas y directrices sobre la salud reproductiva en general y los servicios de aborto en particular y la promoción de reformas de los sistemas sanitarios en los distintos países”.
La Organización Mundial de la Salud, como parte de su promoción de la “salud reproductiva”, trabaja activamente para “mejorar el acceso al aborto y la calidad de los servicios abortivos” en países como Irlanda, donde existen leyes restrictivas del aborto.
El informe de Voice of the Family (1) concluye que las agencias de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales han trabajado activamente para incrementar el uso de la anticoncepción y el acceso universal al aborto, bajo la guía del “acceso universal a los servicios sanitarios reproductivos”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el área de la sanidad reproductiva sexual
Diferentes gobiernos y organizaciones internacionales están promoviendo de forma agresiva los programas de “educación sexual comprensiva” en las Naciones Unidas, y también a través de otras instituciones.
Los “estándares para la educación sexual en Europa” de la Organización Mundial de Salud son un claro ejemplo de los objetivos de dichos programas. Estas directrices sugieren que los siguientes conceptos deberían enseñarse a los niños que se encuentran entre las siguientes edades:
0-4 años:
“Disfrutar y sentir placer cuando tocas tu propio cuerpo, masturbación prematura durante la niñez, derecho a explorar las identidades de género”.
4-6 años:
“Relaciones con personas del mismo sexo, respetar las diferentes “normas” de sexualidad”.
9-12 años:
“Diferencias entre identidad de género y sexo biológico y derechos sexuales definidos por la Federación Planned Parenthood”.
15+ años:
“Aceptación y celebración de las diferencias sexuales, violación de los derechos sexuales, derecho al aborto”.
Este programa, que ha sido utilizado en la menos 150 países alrededor de todo el mundo y en 50 estados de Estados Unidos, promueve inmorales y destructivas prácticas, incluyendo el aborto, la anticoncepción, la prostitución, actos homosexuales y masturbación. En 2030 pretenden haber incrementado el número de niños sujetos a programas que amenazan su salud física, psicológica, intelectual y espiritual.
L. González/A. Martínez-Bordiú // Gta., Junio 2017
Etiquetas: Aborto, Anticonceptivos
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