viernes, 29 de junio de 2018

La OMS excluye la transexualidad como una enfermedad mental


Aunque la sigue considerando “un desorden de la identidad de género

La Organización Mundial de la Salud (OMS), debido a las presiones de los lobbys,  ha excluido la transexualidad como una enfermedad mental (aunque la conserva como “desorden de la identidad de género”), y ha incorporado el uso abusivo de los videojuegos como un desorden de comportamiento, en la primera actualización de su Clasificación Internacional de Enfermedades en casi tres décadas publicada este mes.

Tras once años en que la ideología de género ha ido influyendo en las decisiones de este organismo, la OMS ha decidido que la transexualidad, salga del apartado de enfermedades mentales -algo que llevaban años reclamando los activistas LGTB-, y entre en el de los comportamientos sexuales desordenados.

Como “desorden de la identidad sexual” (o de género como la llaman los ideólogos), se mantiene dentro de la clasificación para que cuando una persona busque ayuda médica la obtenga, ya que en muchos países, si la diagnosis no está incluida en la lista, el sistema sanitario público o privado no reembolsa el tratamiento. “Queremos que las personas que padecen estas condiciones puedan obtener la ayuda sanitaria cuando la necesiten”, explicó en rueda de prensa el director del departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, Shekhar Saxena.

Pero dejaría de ser considerada una enfermedad mental “porque no hay evidencias de que una persona con un “desorden de identidad de género”, deba tener automáticamente al mismo tiempo un desorden mental (¿?), aunque suceda muy a menudo que vaya acompañado de ansiedad o depresión”.

Además, “si a las personas con un “desorden de identidad de género” se las identifica automáticamente como alguien con un desorden mental, en muchos países se les estigmatiza y puede que se les reduzca las oportunidades de buscar ayuda” (¿si un desorden de identidad, no es un desorden mental, entonces qué es? Son las absurdas acrobacias conceptuales a que ya nos tienen acostumbradas las ideologías).

Otra de las modificaciones más llamativas de la clasificación es la inclusión de los videojuegos en un nuevo desorden, el del “juego pernicioso”, que se incorpora a la misma lista donde también está la acción dañina de apostar. “Incluimos el desorden de jugar de forma adictiva tras analizar las pocas evidencias que tenemos y tras escuchar a un Comité Científico que sugirió que este nuevo fenómeno se incluyera como una enfermedad que puede y debe ser tratada”, resaltó Saxena.

La Clasificación Internacional de Enfermedades es una codificación estandarizada de todas las dolencias, desórdenes, condiciones y causas de muerte que sirve para que los países obtengan datos estadísticos y epidemiológicos sobre su situación sanitaria y puedan planear programas y recursos en consecuencia.

La última revisión de esta norma se hizo hace 28 años, la de ahora crea un nuevo estándar que disponible para ser usado por el personal médico del mundo entero, aunque los Estados tienen tiempo para adaptarse hasta el 1 de enero de 2022. La clasificación incluye 55.000 códigos distintos. Al menos en estos temas, los Estados y los profesionales de la salud deben ser muy críticos, y no tener a la OMS como única referencia para sus diagnósticos y tratamientos.

Forum L. (edit.) Jun 2018

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