miércoles, 20 de septiembre de 2017

Judith Butler gurú de la ideología de género


 Afirma que la parodia de procesiones paseando, por ejemplo, una vagina gigante (en remedo de las procesiones cristianas), “es un acto de autodeterminación política”. Reconocida lesbiana, admite que “el término género se ha eliminado de los manuales escolares en Francia, Italia y Brasil”

“El género es una construcción independiente del sexo, un artificio libre de ataduras. Hombre y masculino podrían significar tanto un cuerpo femenino como uno masculino; mujer y femenino, tanto un cuerpo masculino como uno femenino”. Quien afirmaba esto en 1990 en “Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity”  (Problema de género: el feminismo y la subversión de la identidad) es Judith Butler, gurú de la ideología de género y reconocida lesbiana.

Para Butler, pues, “la perspectiva de género constituye una verdadera ideología que propugna que el género es una construcción cultural y, por tanto, no es el resultado de la diferenciación sexual causada por el genotipo y el fenotipo, masculino y femenino”.

Esta doctrina sostiene, en contra de la ciencia, que no existe una forma de procesar la información propia del ser hombre o mujer, una esencia masculina o femenina, y que el mundo no está dividido en dos sexos que se atraen sexualmente uno al otro, sino que existen diversas formas de sexualidad, que incluyen homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y travestidos, como equivalentes a la heterosexualidad.

Nacida en Cleveland, Estados Unidos, Butler recuerda que durante la adolescencia descubrió el término lesbiana y se sintió identificada.

Hacer mofa de las tradicionales procesiones cristianas, “parte de una democracia abierta” para Butler, que  ironiza asegurando que “tenemos que recordar que es muy importante tener un número creciente de abogados radicales que defiendan lo que hacemos”.

“Criticar abiertamente las restricciones a la sexualidad o las representaciones de roles de conducta que la Iglesia desearía perpetuar en nuestra sociedad no es atacar”, agrega.

“La crítica puede ser difícil, especialmente si estás criticando la legitimidad de un Estado o pretendes denunciar a la Iglesia por su pretensión de verdad teológica natural o universal. Pero articular este tipo de crítica es parte de una democracia abierta”, sentencia.

Para Butler, "el término 'género' tiene el poder de perturbar"

La feminista y lesbiana viene a “recordar que las mujeres son internamente diversas” y que, “por tanto, el feminismo ha de ser internamente diverso”.

En referencia al concepto de género, Butler asegura que es muy consciente de que “la idea de género parece dar a entender que hay diferentes maneras de ser una mujer o un hombre”.

Sin embargo, aunque la ideología de género está muy expandida en ciertos países como España , reconoce que, “el término género se ha eliminado de los manuales escolares de otros  países ”.

También asegura que, “al mismo tiempo, se ha producido una respuesta fuerte de la Iglesia católica y otras organizaciones.” “Temen que el concepto de género, si se entiende abiertamente, producirá el caos en el mundo, destruirá la familia, la nación… y todo sentido de la ley natural”, añade. “Por tanto, este término tiene el poder de perturbar, porque hemos visto que las leyes tratan de contenerlo, de mantenerlo encasillado. […] No sé hacia dónde nos dirigimos”, concluye.

Es importante conocer a las ideólogas del Género, y la cantidad de absurdos anticientíficos con que están contaminando la sociedad. Venezuela misma, por ejemplo, cuenta desde hace tiempo con los Centros de Estudios para la Mujer, en universidades como la UCV o la Simón Bolívar, que no son más que vehículos internacionales de propagación del Feminismo  Radical o de Género a través de cursos y posgrados. En general, esas teorías inconsistentes pasarían inadvertidas, sobreviviendo quizás  como curiosidades oscuras en ciertas universidades, si no sirvieran a intereses poderosos que les han dado alas (promoción y recursos), con el fin de socavar los fundamentos de la humanidad, para luego  levantar una nueva a su gusto, a todas luces antropológicamente equivocada o deformada, y por lo tanto, no viable a largo plazo.

ForumL. (edit.), 2017

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