La nueva película de Spiderman promueve y normaliza la pornografía entre los jóvenes

El portal de reseñas sobre películas familiares ‘Movieguide’ alerta que Spiderman: Homecoming contiene ingentes obscenidades, blasfemias y frívolas referencias a la pornografía.

Los padres estadounidenses están siendo advertidos de que Spiderman: Homecoming, que se estrenó en nuestro país este mes de julio, contiene humorísticas referencias a los hábitos pornográficos; referencias que, de acuerdo con los críticos cinematográficos norteamericanos, podrían normalizar y promover la pornografía entre los adolescentes.

De este modo, ‘Movieguide’, un portal de reseñas sobre películas familiares, alaba las heroicas virtudes que la nueva película de Spiderman ensalza, pero también alerta de que contiene ingentes obscenidades – tanto en el lenguaje como en las imágenes – , blasfemias y una imagen perturbadora: un estudiante de primer año encubre un espionaje online diciéndole a un profesor curioso que ‘sólo está mirando porno’.

De acuerdo con el crítico del portal ‘Movieguide’, estas frívolas referencias a la pornografía provocan que los niños curiosos empiecen a ver regularmente esta presentación abierta, cruda e inhumana del sexo y abren la puerta, por tanto, a adicciones hacia este material. ‘¿Harían los cineastas la misma broma con el consumo de la heroína? – se pregunta el crítico – ‘Desde luego que no’.

Precisamente la adicción a la pornografía online ha estado en boca de todos durante la pasada semana en Nueva Zelanda, donde un grupo de padres acusó a un colegio de permitir que sus hijos viesen porno y películas violentas durante el tiempo de clase. Rory Birkbeck, de la organización antiporno ‘SurfSafer’, aseguraba, a propósito de esta polémica y con ánimo de ilustrar el gran problema que ahora supone el porno, que ha recibido noticias de ‘colegios en los que los alumnos de 13 y 14 años son desposeídos de sus teléfonos móviles durante el recreo porque todos son adictos a la pornografía’.

Un gran problema para la sociedad actual

La banalización del drama de la pornografía, algo presente en Spiderman: Homecoming, debería alertar a los padres, especialmente en un contexto en el que la pornografía ya se ha generalizado entre jóvenes, adolescentes e incluso niños. No en vano, un 10% de los visitantes de las web porno (que generalmente no llegan a ellas por voluntad propia) cuenta menos de diez años, tal y como reveló un estudio publicado el pasado mes de octubre y del que se hizo eco InfoVaticana.

Este hecho no ha despertado la menor inquietud entre los gobiernos occidentales, cuyas propuestas para reducir el consumo de pornografía pueden contarse con los dedos de una mano. Y es que sólo el ejecutivo polaco, del partido ‘Ley y Justicia’, parece haberse tomado en serio el gran daño que inflige la pornografía a niños y adolescentes: el pasado mes de diciembre presentaron una propuesta encaminada a constreñir el acceso a este tipo de material.

La pornografía en Hollywood. Una vieja historia…

De acuerdo con la guionista Barbara Nicolosi, ‘la normalización del porno no es una cosa nueva en Hollywood’. Así, en unas declaraciones recogidas por Life Site News, asegura que ‘la serie Friends hacía bromas regularmente sobre chicos usando porno y sobre chicas aceptándolo e incluso impulsándolo’.

Para Nicolosi, que fue consultora teológica en el filme La Pasión de Cristo, la industria del entretenimiento mantiene una actitud indulgente hacia el porno porque éste constituye un negocio mayor que el mismo Hollywood y porque muchos profesionales de éste lo utilizan para pluriemplearse. ‘Estados Unidos acoge el 60% de las páginas pornográficas existentes en Internet, y la mayor parte de ellas vienen de San Fernando Valley, que está al lado de Hollywood (…) Éste es un sucio secreto que se ha mantenido durante décadas’.

Recordemos que, según Pornhub, Estados Unidos es proporcionalmente el país con mayor número de consumidores de este material, así como sus habitantes representan un 41% del tráfico total de contenidos pornográficos.

Julio Llorente 16 Julio, 2017