Defiende el matrimonio como senador y político
El Ministro de Recursos y Queensland del Norte habla sin
tapujos de su fe
Matthew Canavan, a los 17 años, estudiaba en un colegio
católico de Cornubia (Australia) y ponderaba la posibilidad de hacerse
comunista. Aquello de que la religión era el opio del pueblo le sonaba
atractivo.
Su madre era italiana y su padre irlandés, su familia era
católica y de hecho él estaba colaborando en un grupo juvenil católico escolar.
Pero, con todo, el comunismo le parecía que podía tener su sentido y lo
religioso no le atraía.
Hasta que al año siguiente fue a la Universidad de
Queensland y encontró un grupo de estudiantes comunistas de verdad. “Hablé con
ellos el primer día de la uni y me dije: estos tíos están chalados.” Allí acabó
su flirteo con la izquierda.Senador en QueenslandHoy Matthew Canavan es senador
en Australia y uno de los políticos conservadores más populares. Y dice que
desde que tiene cargos políticos habla más que nunca de su fe católica avivada
y reencontrada.
Todo empezó cuando conoció a una chica, Andrea, que hoy es
su esposa. “Redescubrí mi fe al casarnos y pensar sobre lo que significa el
matrimonio. Nos casamos en la Iglesia y teníamos que tener unas entrevistas
previas con el sacerdote”.
El proceso de prepararse en serio para el matrimonio, y
luego la llegada del primer bebé le hicieron plantearse con firmeza las
preguntas de la fe.
“No fue levantarse un día y decir ‘vale, ahora iré a misa
cada domingo’. Simplemente, pensé más y más en lo que significa el catolicismo
y cómo conecta con el mundo real, el matrimonio, tener hijos…”, explica en una
conversación en CatholicLeader.com.au.
Poco después de su nuevo compromiso con la fe, se sintió más
atraído por la política y por la figura de Tony Abbott, un católico que,
sorprendentemente para todos los analistas, llegó a la dirección del Liberal
Party.
“Después de tener hijos, yo me consideraba ya socialmente
conservador y reencontré mi fe tras casarme y me gustaba bastante Tony Abbott.
Le escribí un email a un amigo diciendo en broma que si Tony salía elegido en
partido le pediría un trabajo. Y lo hicieron líder y pensé: ‘esto parece una
señal de Dios, debería hacer lo que dije”.
Abbott no necesitaba un economista en ese momento, pero sí
su encargado de finazas, Barnaby Joice. Así empezó su carrera política. Más
adelante le ofrecieron presentarse a senador en Queensland, y salió elegido en
2013, reelegido en verano de 2016 y nombrado Ministro de Recursos y de
Queensland del Norte.Defendiendo el matrimonioAustralia es el único país
anglosajón que no ha redefinido el matrimonio y Canavan se ha destacado por su
defensa del matrimonio compuesto por la unión complementaria de hombre y mujer.
Lo defiende sin necesidad de argumentación religiosa y dice que es un
patrimonio de la civilización desde antiguo, que cristianos, judíos, paganos o
romanos tenían claro todos que un matrimonio era la unión entre hombre y mujer
para engendrar hijos y criarlos en familia.
También afirma que Australia es un país “seglar con una
Constitución seglar” pero que “uno de los elementos fundamentales de eso es la
protección de la libertad de religión y creencia”. Eso, dice, es lo que
defiende no sólo él, como político, sino una libertad que deberían defender
todos, junto con el valor del matrimonio. Libertad para hablar de la feTiene 35
años, cinco hijos y ha descubierto que ahora que es político habla de religión
mucho más que cuando era economista.
“Soy más asertivo y confiado en la expresión de mi visión
religiosa que antes. Mi visión del mundo hoy está inherentemente ligada con la
fe que tengo. Hablo de estas cosas aunque la cadena ABC u otros medios no
respeten esta visión, no me importa. Me da igual lo que otros piensen de mí”.
Ve claro que la sociedad se hace más ajena –e incluso
hostil- a la fe, y lo ve como un “reto” para los creyentes, pero “aún así estoy
dispuesto a dar la cara por lo que creo”.La Biblia, cada díaTambién asegura que
desde que es Senador se toma más en serio la sabiduría que encuentra en las
Sagradas Escrituras.
“Yo no era un lector especialmente cercano a la Biblia.
Antes bromeaba diciendo que como yo era católico, la Biblia no importaba, que
lo importante era escuchar al Papa. Pero con las tecnologías modernas ahora
puedes leer una sección de la Biblia cada día, que es lo que hago ahora”.
Tiene un versículo preferido que recuerda mucho en el Parlamento:
Mateo 7,1. “No juzguéis y no seréis juzgados. Lo que uséis contra ellos, se
usará contra vosotros”.
“En este juego en el que necesariamente has de estar siempre
juzgando a otros partidos políticos, a otra gente, criticando, este versículo
ayuda a ponerte los pies en la tierra y a contener tu retórica, con más
respeto”, comenta.
En cuanto a la oración, dice que “siempre me toca y me hace
sentir humildad cuando alguien viene y me dice ‘oraré por usted’. Eso te da una
gran fuerza, porque hay gente de verdad ahí fuera pensando en ti y haciendo
algo muy personal, privado, al orar por ti. Eso me da mucha fuerza”.
P.J.Ginés / ReL
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Etiquetas: Sociedad
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